SEMANA DEL ARTE EN CIUDAD DE MÉXICO: ENERGÍA Y EXPANSIÓN
La escena artística mexicana atraviesa un momento excepcional. Hay una energía palpable, con nuevas galerías en apertura, otras ya consolidadas en proceso de expansión y artistas y curadores mexicanos ganando cada vez más visibilidad internacional. Su presencia en museos, bienales y ferias globales sigue en ascenso, consolidando a México como un actor clave en el panorama del arte contemporáneo.
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Hace dos semanas tuve la oportunidad de asistir a la Semana del Arte en CDMX, un torbellino de ferias, inauguraciones de galerías y activaciones culturales. La energía era electrizante y el ambiente, inconfundiblemente festivo. La escena artística mexicana atraviesa un momento excepcional. Hay una energía palpable, con nuevas galerías en apertura, otras ya consolidadas en proceso de expansión y artistas y curadores mexicanos ganando cada vez más visibilidad internacional. Su presencia en museos, bienales y ferias globales sigue en ascenso, consolidando a México como un actor clave en el panorama del arte contemporáneo.
El auge de Zona Maco y el origen de la Semana del Arte en México
Cuando Zona Maco abrió sus puertas por primera vez, marcó el inicio de una revolución artística en la Ciudad de México. Zélika García, su fundadora, comprendió desde el principio que la riqueza cultural del país necesitaba una plataforma internacional que no solo mostrara su dinamismo y diversidad, sino que también atrajera a una red global de coleccionistas y galerías. En 2002, lanzó Muestra 1 en Monterrey, una feria pequeña pero ambiciosa que sentó las bases para lo que vendría después. Al año siguiente, en 2003, presentó Muestra 2 en la Ciudad de México con la participación de 40 galerías. Aunque la respuesta fue positiva, la feria seguía siendo en gran medida un evento de alcance nacional, con un puñado de expositores internacionales provenientes de Londres y Nueva York. En 2004, el evento se transformó por completo con una estructura más definida y una curaduría más rigurosa. Para marcar este nuevo comienzo, la feria fue renombrada como Zona Maco, con MACO significando México Arte Contemporáneo. Desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en la feria de arte contemporáneo más importante de América Latina, creciendo de manera constante en escala e influencia. El éxito de Zona Maco ha impulsado, con los años, la aparición de múltiples ferias satélite, dando forma a lo que hoy conocemos como Semana del Arte en Ciudad de México, un evento que se celebra a principios de febrero y que convierte a la ciudad en un vibrante epicentro de ferias, inauguraciones de galerías, exposiciones en museos y activaciones culturales que atraen a profesionales y coleccionistas de todo el mundo.
El inicio de la Semana
Aunque la Semana del Arte en México comienza oficialmente el martes, muchos visitantes hacen primero una parada en Guadalajara, donde galerías y estudios de artistas abren sus puertas el fin de semana previo a los eventos principales en la capital. Este año, otras ciudades como Monterrey también han activado programaciones similares, reflejando un ecosistema nacional de arte contemporáneo en expansión.
El martes está principalmente dedicado a las inauguraciones de galerías, que están distribuidas en distintos puntos de la Ciudad de México. Desde Roma, Condesa y Juárez hasta Coyoacán y Polanco, recorrer la ciudad y sortear su tráfico demanda una planificación meticulosa. Opté por visitar algunos de los espacios más destacados, comenzando con el estudio de Pedro Reyes en Coyoacán, seguido de OMR en Roma, donde la exposición de Yann Gerstberger, “Two Feet in One Bucket of Ice” me cautivó con sus impresionantes tapices de fibras de algodón teñidas a mano. Su técnica única y la alta demanda de su obra—evidenciada por una lista de espera de dos años—atrajeron a curadores de museos estadounidenses y a sus mecenas a la galería. Más tarde, asistí al tradicional cóctel de Sotheby’s en Contramar, un evento que, en realidad, es un almuerzo tardío en el famoso restaurante de mariscos. Desde hace más de 20 años, esta reunión es una oportunidad clave para interactuar con profesionales y coleccionistas mexicanos e internacionales mientras se disfruta del emblemático pastel de fresas con crema del restaurante. La noche continuó en Colonia Juárez, donde la galería Kurimanzutto inauguró las exposiciones “Notes” de Damián Ortega y “Arcane Abstraction” de Haegue Yang. El evento atrajo a una multitud de coleccionistas, curadores y entusiastas del arte, con la celebración extendiéndose a galerías vecinas, en especial a GAM, Galeria de Arte Mexicano, la galería más antigua de la ciudad, que esta semana celebraba su 90º aniversario. Esa noche, el FOMO (del inglés Fear of Missing Out, miedo a perderse algo) era evidente: en cada inauguración se escuchaban comentarios sobre otros eventos imperdibles que tenían lugar simultáneamente en distintos puntos de la ciudad.
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Vista de sala Haegue Yang: Arcane Abstractions, Kurimanzutto, Ciudad de México, 2025. Foto: Gerardo Landa/ Eduardo López (Glr Estudio). Cortesía de Kurimanzutto
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Vista de sala Damián Ortega: Notes, Kurimanzutto, Ciudad de México, 2025. Foto: Gerardo Landa/ Eduardo López (Glr estudio). Cortesía de Kurimanzutto
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Vista de sala Yann Gerstberger: Two Feet in One Bucket of Ice, OMR, Ciudad de México, 2025. Cortesía de OMR
Miércoles: apertura VIP de Zona Maco
La esperada apertura VIP de Zona Maco tuvo lugar el miércoles, atrayendo a una multitud de coleccionistas, curadores y profesionales del arte. Las galerías más consolidadas del país reportaron ventas sólidas, reflejando la confianza de los coleccionistas en artistas establecidos. Para otros expositores, las ventas fueron más pausadas que en años anteriores, con compradores adoptando un enfoque más selectivo y medido. Sin embargo, al finalizar la semana, la percepción general fue positiva tanto en términos de ventas como de contactos establecidos.
Este 2025 marca la 21ª edición de Zona Maco, con la participación de más de 200 galerías internacionales provenientes de 29 países. Bajo la dirección artística de Direlia Lazo, historiadora del arte y curadora cubana con una destacada trayectoria internacional y actualmente radicada en Miami, la feria continúa evolucionando y reafirmando su posición como el evento de arte contemporáneo más relevante de América Latina.
La feria se estructura en diversas secciones con enfoques curatoriales diferenciados. La Sección General, la más extensa y dinámica, constituye el eje central del evento, reuniendo tanto galerías de primer nivel como espacios más pequeños y emergentes de México y el mundo. A su lado se encuentran Zona Maco Ejes y Zona Maco Sur, ambas dedicadas al arte contemporáneo pero con líneas curatoriales definidas. Ejes puso el foco en artistas cuyo trabajo explora la relación entre el arte y la libertad, mientras que Sur se orienta hacia la producción artística del Sur Global, con prácticas que desafían las narrativas eurocéntricas y celebran la diversidad cultural de la región. La sección de Arte Moderno reúne obras históricas de los movimientos artísticos del siglo XX, con un enfoque especial en figuras mexicanas como Rufino Tamayo, Pedro Coronel y Leonora Carrington. Por su parte, Zona Maco Foto, creada en 2015, está dedicada a la fotografía y el video. Aunque de menor escala, esta sección presenta una cuidadosa selección de artistas internacionales y latinoamericanos que trabajan en estos medios, ofreciendo una perspectiva diversa y enriquecedora dentro de la feria. La sección de Diseño, introducida formalmente en 2011 como Zona Maco Diseño, presenta una cuidada selección de mobiliario, joyería, textiles, objetos de uso cotidiano y piezas decorativas. A lo largo de sus ediciones, ha combinado creaciones contemporáneas con ediciones limitadas y piezas históricas, consolidándose como una plataforma especializada y relevante en el ámbito local, que refleja la creatividad y la riqueza cultural de México. La sección de Antigüedades, conocida como Zona Maco Salón del Anticuario quedó algo opacada dentro de la feria. Con gran diferencia de calidad entre los stands, no logró generar el mismo nivel de interés. Desde mi perspectiva, su inclusión en Zona Maco es una iniciativa valiosa, especialmente considerando que la Ciudad de México solía contar con una feria dedicada exclusivamente a los maestros antiguos y las antigüedades. Si bien la integración de obras históricas con el arte contemporáneo resulta atractiva, considero que un enfoque más refinado, similar al de Frieze Masters, con una selección más curada y un énfasis en la calidad sobre la cantidad, podría fortalecer esta sección y hacerla más relevante y atractiva para los coleccionistas contemporáneos.
En resumen, a pesar de la diversidad de secciones, el arte contemporáneo sigue siendo el principal atractivo de la feria, captando la atención de coleccionistas e instituciones. Este año, la participación de galerías locales e internacionales fue sólida, aunque entre las grandes galerías globales, solo Pace estuvo presente. Su stand se centró en artistas estadounidenses, pero también incluyó una destacada obra de la artista brasileña Marina Perez Simão, que despertó gran interés. La relevancia de Zona Maco en el escenario global se vio reafirmada por la presencia de destacados coleccionistas y delegaciones de museos internacionales. Entre los asistentes figuraban representantes del SFMOMA, el Guggenheim, el Brooklyn Museum, El Museo del Barrio y el Reina Sofía en Madrid, lo que consolidó aún más el papel de la feria como un punto de encuentro clave para el mundo del arte. El programa de conferencias abordó temas clave y de plena actualidad en el arte contemporáneo, con ponentes de gran nivel que ofrecieron perspectivas valiosas. Sin embargo, la deficiente acústica del auditorio dificultó que los asistentes pudieran aprovechar plenamente las charlas, afectando la experiencia de un contenido que merecía mayor impacto. Más allá de los stands, el ambiente de la feria fue tan dinámico como siempre, con bares y carritos de mezcal y tequila repartidos por todo el recinto, contribuyendo a la energía festiva. Una amplia terraza al aire libre funcionó como un punto de reunión central, donde las conversaciones fluyeron con la misma intensidad que las copas.
Jueves: Material Art Fair y Salón ACME
El jueves tuvo lugar la apertura VIP de Material Art Fair, la contraparte más joven y arriesgada de Zona Maco. Mientras que Maco se enfoca en los coleccionistas, Material se orienta más hacia los curadores, priorizando nuevos descubrimientos y talento emergente. En los últimos años, la feria ha crecido exponencialmente, estableciéndose como una de las plataformas más relevantes para el arte contemporáneo experimental en América Latina. En su 11ª edición, reunió a más de 70 expositores de 18 países. Este año, Material incorporó una sección especial dedicada a performances en vivo, además de una programación ampliada de charlas con curadores y artistas, reforzando su reputación como un espacio para el pensamiento crítico y el arte más vanguardista.
A poca distancia, Salón ACME también abrió sus puertas a los VIP, con una programación escalonada para evitar coincidencias de horarios con Material. La feria sigue afianzándose como un espacio clave para artistas y galerías emergentes, brindando visibilidad a través de un proceso de selección por convocatoria abierta, que este año reunió a 50 artistas. Más allá de las obras expuestas, el atractivo de Salón ACME radica en su singular entorno. Ubicado en una casona porfiriana en estado semi-ruinoso, el espacio aporta una identidad única al evento, convirtiéndose en parte de su esencia. Aunque algunas propuestas destacaron, una vez más, fue la atmósfera del lugar lo que terminó por robarse el protagonismo.
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Salón Acme
La noche del jueves se celebra la exclusiva cena en el Museo Tamayo, un evento ineludible que reúne a las personalidades más influyentes del mundo del arte. Quienes marcan la pauta en la escena están allí. Para aquellos que no figuran en la lista de invitados o prefieren prescindir del elevado costo de un asiento en la mesa, existe una alternativa: la recepción posterior, accesible a un precio reducido, que brinda la oportunidad de socializar en un entorno más relajado.
Ferias más pequeñas y espacios alternativos
Además de los eventos principales, varias ferias más pequeñas complementaron la riqueza de la Semana del Arte en México. Clavo se destacó como un espacio dedicado al arte emergente, con muchas galerías gestionadas directamente por los propios artistas. Funcionó como un semillero de talento, ofreciendo un modelo alternativo a las ferias más tradicionales.Otro evento destacado fue BADA, que también tiene una edición en Buenos Aires. A diferencia de otras ferias, BADA se distingue por contar exclusivamente con stands administrados por los propios artistas, fomentando un vínculo directo entre creadores y coleccionistas. Las obras disponibles eran, en su mayoría, asequibles, aunque con una amplia variedad de estilos y niveles de calidad. Estos espacios alternativos, junto con otros que no tuve oportunidad de visitar, ofrecieron un contraste interesante frente a las ferias más establecidas, reflejando la diversidad y dinamismo de la escena artística de la Ciudad de México.
Más allá de las ferias: museos y espacios privados
Los museos de la Ciudad de México ofrecieron una programación igualmente atractiva durante la Semana del Arte, reafirmando su papel como epicentro cultural. La retrospectiva de Gabriel Orozco en el Museo Jumex fue uno de los eventos más destacados, atrayendo tanto a público local como internacional. Lago/Algo, ubicado en el Bosque de Chapultepec, presenta exposiciones en colaboración con la prestigiosa galería OMR. Esta semana inauguró Chapter VII: Shifting Grounds, una muestra colectiva que aborda temas como el impacto humano en el medio ambiente, la migración y la identidad, además de una selección de obras de Ad Minoliti en otra sección del edificio. Su entorno singular y su enfoque multidisciplinario lo convierten en una parada imprescindible para quienes buscan experimentar el arte en un contexto diferente.
Entre los espacios privados, la Fundación Olivia, inaugurada en 2024 en la colonia Roma, presentó una selección de obras de la colección de Jana y Guillermo González. Ubicada en una casa de principios del siglo XX, el espacio fue rediseñado por los arquitectos Alberto Kalach y Carlos Zedillo, integrando la arquitectura histórica con una museografía contemporánea.
Mi última recomendación es Casa Wabi Sabino, un espacio expositivo sin fines de lucro fundado en 2023 en el barrio de Atlampa. Aunque forma parte de la misma fundación, es un proyecto independiente del Casa Wabi original en Puerto Escondido, a 650 km al sur de la Ciudad de México. Diseñada tambien por Alberto Kalach y compartido con Studio Bosco Sodi. este febrero presenta una sugerente exposición del artista Bosco Sodi, con alguna de sus obras también presentes en Zona Maco, reforzando las conexiones entre distintos espacios de la ciudad. Estas exposiciones, aunque inauguradas durante la Semana del Arte, permanecen abiertas por más tiempo, permitiendo que quienes residen en la ciudad o se quedan unos días más las disfruten sin la presión de la agenda de la semana anterior.
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Marsica Fossati: Space Is a Magic Place (But Earth Is Better) en Casa Wabi Sabino
En la Ciudad de México, la arquitectura no es solo un telón de fondo, sino un componente esencial de la experiencia artística. Espacios como los mencionados anteriormente muestran cómo los edificios históricos están siendo reinterpretados para generar nuevos diálogos entre el arte, el diseño y el patrimonio urbano, reforzando aún más la posición de la ciudad en el panorama artístico internacional.
Conclusión: un éxito rotundo
La Semana del Arte en México volvió a demostrar su éxito, con la ciudad llena de actividad desde la mañana hasta la noche y un flujo constante de visitantes locales e internacionales. Aunque el entusiasmo era innegable, muchos locales señalaron la saturación de eventos, con inauguraciones y exposiciones imperdibles ocurriendo al mismo tiempo. Si bien fuera de esta semana y del Gallery Weekend en septiembre la actividad artística en la ciudad tiende a desacelerarse, la energía generada sugiere que hay demanda suficiente para sostener un calendario más dinámico a lo largo del año. Sin embargo, por ahora, febrero sigue siendo el mejor momento para experimentar la ciudad de México en su máxima expresión artística.