A 18 MINUTOS DEL SOL: LA EXPOSICIÓN COLECTIVA DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE BUENOS AIRES

La muestra A 18 minutos del sol en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires aborda la observación astronómica y el acceso al espacio exterior como ejes para activar un diálogo entre la imaginación artística y la exploración científica.

A 18 MINUTOS DEL SOL: LA EXPOSICIÓN COLECTIVA DEL MUSEO DE ARTE MODERNO DE BUENOS AIRES

Esta exposición explora la posibilidad de utilizar nuestra relación con el cielo para desandar los relatos coloniales a través del trabajo de cien artistas argentinos.

 

Con curaduría de Javier Villa y Marcos Krämer, A 18 minutos del Sol recorre el territorio argentino, desde el Chaco salteño hasta la Patagonia, con trabajos de más de cien artistas argentinos, contemporáneos e históricos, tanto de raíces culturales indígenas como occidentales, para entender cómo es el mapa que creamos, desde el sur, con el fin de acercarnos a las estrellas y sus reflejos y construir una historia decolonial de los cielos.

 

Se accede al espacio exterior desde tres perspectivas diferentes e interconectadas: la ciencia, las cosmologías indígenas y la espiritualidad.  En torno de cada uno de estos centros de interés orbitan más de noventa artistas argentinos de territorios y generaciones distintas que establecieron conexiones profundas con las cosmovisiones del cielo, desde perspectivas y objetivos propios.

 

El curador de la exposición, Javier Villa, explica: "La exploración humana del cielo abrió interrogantes sobre ese espacio que no debería tener dueños, pero que puede ser conquistado por grandes corporaciones: ¿con qué medios contamos para acceder al cosmos?, ¿el espacio exterior a nosotros mismos puede funcionar como un espejo para vernos desde afuera y re-imaginarnos social y políticamente?, ¿qué aportes sustentables e imaginativos a la exploración podemos ofrecer desde el Sur?".

 

La exhibición subraya los lazos populares, espirituales y científicos que vincularon la producción visual de nuestro territorio con las grandes preguntas sobre el espacio exterior, lo que ha dado lugar a una reescritura de las narrativas coloniales sobre la historia política y social de nuestros cielos. Tomando como eje fundamental la perspectiva indígena local, para la cual el cielo es un reflejo de la Tierra y viceversa, la exposición se sumerge en la potencialidad de sentir los cielos que nos cubren como una forma de entender el planeta en el que vivimos.