ADELA CASACUBERTA: MICELO, FRAGMENTACIÓN Y TRANSFORMACIÓN
El Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, Uruguay, presenta la obra de la artista mexicana Adela Casacuberta. Se trata de una instalación site-specific Hongos rosados en los jardines del museo y una exposición de sus trabajos más recientes.
Adela Casacuberta crea su paisaje con una mirada atenta al reino fungi y sobre el papel que cumplen la redes en la existencia de la vida. El micelio funciona como metáfora de la colaboración para la resolución de problemas y la exploración de nuevas posibilidades.
El trabajo de Adela Casacuberta tiene una relación imaginaria con aspectos visuales de procesos naturales, como pueden ser la aparición de una mancha de humedad o la fructificación de un micelio. Las formas que proliferan en su obra son el resultado de la acumulación y el apilamiento, y estos procesos forman parte de sus exploraciones sobre los límites de la pintura.
Hongos rosados en los jardines del museo es una instalación site-specific en el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo con esculturas de cerámica y setas (Pleurotus djamor) que brotan entre sus huecos y protuberancias. Una obra de naturaleza colaborativa: desde el modelado de las piezas hasta la fructificación de los cuerpos fúngicos, es realizada por un equipo junto con voluntarios.
A su vez, la exposición en la sala 2 del museo presenta obras nuevas realizadas con restos de obras anteriores: seis instalaciones que se desarrollan en las habitaciones de una casa. También se presenta un ejercicio de performance personal –en donde la artista se dibuja con su mano que aún puede mover– y aproximaciones a la pintura, tomando como punto de partida las manchas.
En palabras de la artista: “Un diálogo entre los temas recurrentes de mi trabajo: autoficción, autorretrato, deterioro, el micelio. Juego con indicios de procesos naturales como las manchas de humedad sobre las superficies o la fructificación de cuerpos fúngicos. Estas búsquedas han dado lugar a instalaciones y esculturas de cerámica que evocan el surgimiento de vida. Imagino brotan de un micelio que se extiende por el piso y paredes de un lugar. A veces recorre largas distancias hasta encontrar un nuevo habitáculo. Utilizo la metáfora del micelio para entender mi mapa corporal fragmentado. Exploro el deterioro de mi cuerpo a través de diferentes medios. Trabajo con tierras de diferentes latitudes para emerger en otros sitios. Las exploraciones sobre la pintura y sus límites han tenido un papel importante en mi trabajo. Pienso a través del color y de su acontecer en las obras”.
Adela Casacuberta (ciudad de México, 1978) vive y trabaja en Montevideo. Expone su obra individual y colectivamente desde el 2001. Entre sus proyectos se destaca Mímesis que ha desarrollado a través de exposiciones individuales, residencias y tutorías en Francia, México y Uruguay. Dirigió el estudio de curaduría Harto_espacio con el que produjo exposiciones en Montevideo, Buenos Aires, Bogotá, Ciudad de México y Praga. Pertenece al colectivo Sur-Sur integrado por artistas de Argentina, Australia y Uruguay.