FEROCIDAD Y DESAFÍO. ANTONIO HENRIQUE EN MITCHELL-INNES & NASH

Mitchell-Innes & Nash presentó la primera exposición individual del artista brasileño Antonio Henrique Amaral (1935-2015). Antonio Henrique Amaral: O Discurso contará con 10 pinturas que van desde la década de 1960 hasta la década de 1990.

FEROCIDAD Y DESAFÍO. ANTONIO HENRIQUE EN MITCHELL-INNES & NASH

Antonio Henrique Amaral: O Discurso será la mayor concentración de obra del artista vista fuera de Sudamérica desde 1996.

 

Figura pionera del arte brasileño y latinoamericano, Amaral desarrolló su estilo característico durante la segunda mitad del siglo XX, alcanzando la mayoría de edad bajo el golpe de estado de 1964 que instauró el régimen militar en su país natal. Sus obras viscerales y alegóricas de este periodo abordan la violencia política y el descontento existencial a través de un incisivo enfoque visual que pretende desafiar al autoritarismo. Cuando la dictadura militar fue derrocada mediante elecciones democráticas a finales de la década de 1980, Amaral centró su atención en las representaciones de los bosques, el agua y otras formas de naturaleza y, a menudo, en los peligros para su supervivencia.

 

En sus pinturas Bocas, como Tercera Persona (1967) y O Discurso ou El Tirano (1967), Amaral representa a tertulianos políticos que discuten con dudosa eficacia o amplifican sus opiniones para ganar fama e influencia.

 

Las obras de Amaral de la década de 1970 alcanzan un pico de ferocidad con su serie Campo de Batalha (Campo de batalla). Durante largas temporadas en Nueva York, Amaral creó obras en sus estudios del SoHo, como Campo de Batalha 32 (1974) y Os Metais e as Viseras II (1975), que muestran tenedores armados atravesando fragmentos de plátanos o restos corporales.

 

Paulo Miyada, conservador del Centro Pompidou, escribió: "Cuando se observa la obra de Antonio Henrique Amaral en su conjunto, es plausible pensar en ella como un bestiario expandido en el tiempo y el espacio: una sucesión de formas y figuras que desafían la identificación humana y su capacidad de comunicación o, de forma complementaria, un paisaje de objetos inanimados a los que imbuye de una identificación empática. Aún queda mucho por descubrir y debatir en su obra, especialmente ahora, cuando en cada punto y lugar se buscan ejemplos de obras de arte capaces de resistir no sólo a los proyectos autoritarios en curso, sino también a las normatividades que restringen la comprensión de la naturaleza del deseo, la sexualidad y la comunicación".

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