BOSCO SODI Y EL VOLUMEN DE LA OSCURIDAD
Bosco Sodi (México, 1970) explora profundamente en El día que nos volvimos a encontrar un universo algo alejado de sus reconocibles obras de gran formato y viveza para adentrarse en los placeres de la búsqueda de nuevas expresiones materiales y el abandono de lo cromático a favor de la textura, la profundidad de la ausencia del color y el concepto.
En esta individual en Madrid, el mexicano presenta diez obras de idéntico formato y técnica con las que ahonda en ese vínculo entre obra y expresión y provoca, paralelamente, una mención subyacente a On Kawara con la inserción imperfecta y cotidiana de la línea.
Ese elemento, junto con el azar del material que sirve de soporte en cada pieza de la muestra y la realización de una obra diaria, alude directamente al crecimiento involuntario, a la idiosincrasia del cambio pasivo, de la transformación involuntaria y, sin embargo, imparable. De esta manera, la voluntad del artista hacia quien observe sus cuadros negros reafirma lo atávico de lo desconocido, de lo profundo, de la sombra, a veces tan perfecta en su plenitud como amorfa en su volumen, a pesar de que la técnica empleada produzca, precisamente, una nueva dimensionalidad. Así, el espacio se apunta a esa visión casi romántica de la oscuridad, un lenguaje poético que, en su universo, plantea nuevos diálogos entre el espacio y el concepto.
El día que nos volvimos a encontrar estará abierta hasta el 25 de mayo en la Galería Hilario Galguera, calle Doctor Fourquet, 12, Madrid, España.