LA IMAGEN INTERCEPTADA DE CABIESES
La geometría en el trazado habitual de Jorge Cabieses (Lima, Perú, 1971) se quiebra con la acción de la espontaneidad del trazo curvo y casi orgánico en su segunda individual en la capital española. El limeño propone así, en cierta manera, un diálogo entre lo artificial de lo sintético y lo atávico a través de la incorporación de esas pinceladas más espontáneas sobre el marco de habitual rectitud que suele presentar el artista.
Esta nueva obra podría tratarse de una imaginaria extensión del lienzo o del soporte sobre el que opera, ayudado en parte por la dinámica infinita de las líneas o por la sensación que transmiten ciertas geometrías, pero también por la aparición de elementos de la industria editorial o religiosa, desde revistas a estampillas y otros elementos. Tanto es así que, independientemente de la técnica —se exhiben distintas, desde el collage hasta los poliuretanos y el acrílico—, pareciera en ocasiones que esa visión menos calculada se impone sobre las líneas y la geometría, marcando una nueva visión del espacio y del resultado en su obra.
Así, la presencia de esas denominadas “formas sintéticas” habituales en la obra pasada de Cabieses tienen como misión la vinculación del limeño con ese mundo que ha construido entre figuras bidimensionales, pero que ahora concede la posibilidad de interactuar con ese otro mundo, más impulsivo, que responde también a lo religioso, a lo cotidiano, y, de paso, ampliar esa visión espacial que escapa a esa presunta rigidez.
Jorge Cabieses. La imagen interceptada. Hasta el 20 de abril. Fernando Pradilla, Claudio Coello, 20. Madrid, España.