EL ARCHIVO A LA CALLE: LA DESOBEDIENCIA SIEMPRE ES POLÍTICA

| junio 20, 2025

Por María Galarza

Después de su destacada participación en la 60ª Bienal de Venecia, el Archivo de la Desobediencia aterriza en PROA21 con una nueva configuración. Lo que en Italia se presentó como una máquina pre-cinematográfica animada –The Zoetrope– que envolvía al espectador con pantallas, en Buenos Aires adopta un formato más íntimo y austero.

EL ARCHIVO A LA CALLE: LA DESOBEDIENCIA SIEMPRE ES POLÍTICA

Insistir, preguntar, multiplicar, adaptar, rehacer.

 

Curado por Marco Scotini desde 2005, Archivo de la Desobediencia es un proyecto de archivo audiovisual en constante mutación que explora la intersección entre arte y política. Su lógica es rizomática: crece, se adapta, se resignifica en cada nuevo territorio que pisa.

 

Desafiando una idea de archivo como conjunto cerrado, definitivo, el Archivo de la Desobediencia propone una arquitectura inestable, contradictoria, en disputa. Un lugar donde las memorias se entrecruzan y se vuelven inasibles. En la Bienal de Venecia, el archivo asumió un carácter cinético, con una curaduría que acentuaba el ritmo, la multiplicidad y el montaje expandido.

 

Su llegada a Buenos Aires propone otra temporalidad: más fragmentaria, más cercana a la calle que al museo, más ligada al movimiento que a lo monumental, más performativa en su diálogo con el presente local. El visitante no es guiado sino arrojado a una estructura abierta, incómoda, donde debe escarbar, revolver, activarse. La experiencia no es fácil ni seductora: es política. Despojada del aparato escénico que acompañaba su versión veneciana el Archivo de la Desobediencia, en este caso, se mueve con menos recursos y, quizás, más cercanía.

Entre las obras exhibidas, el trabajo del colectivo Etcétera / Movimiento Internacional Errorista y el Grupo de Arte Callejero suceden en Argentina. Arte que milita: una práctica visual lúdica y feroz. Una desobediencia que no es un gesto importado, es una costumbre que se comete desde el error y la subversión.

 

Macri, Feinmann, TN, periodistas, el 24 de marzo en Argentina, manifestaciones, C5N, panelistas, Intratables, Santiago del Moro. Se ven fragmentos del boom mediático que generó la activación errorista del Movimiento Internacional Errorista. En FAKE NEWS – El club del helicóptero (2017), un helicóptero de cartón a escala real hizo su aparición en las manifestaciones del 24 de marzo de 2017. Una “noticia falsa” que generó editoriales, debates, coberturas y teorías de desestabilización por parte de muchos periodistas ya que se asoció el elemento a la crisis social del 2001, en donde el presidente argentino del momento Fernando de la Rúa se fue en helicóptero de la Casa de Gobierno. No es solo una imagen de protesta: es un artefacto visual que parodia el lenguaje del Estado, convirtiendo el acto de marchar en una escena de disenso poético.

El Grupo de Arte Callejero interviene desde 1997 el espacio público para subvertir los códigos de tránsito, los afiches y la señalética urbana para denunciar la violencia institucional, la represión y las políticas de exclusión. Aquí viven genocidas (2001) es un afiche-guía con direcciones y teléfonos de represores aún impunes. Invasión (2001) lanzó diez mil paracaidistas en miniatura desde un edificio del microcentro porteño, en una acción que coincidió con el estallido social de diciembre de ese año. Poema visual para escaleras (2002) transformó la estación Lanús en una topografía ascendente de violencia, con frases leídas escalón por escalón. Un recorrido sinuoso de activaciones con una mirada aguda y frontal, que utiliza la fuerza del choque y recursos precarios, y logra una contundencia simbólica implacable.

 

*Imagen de portada: Grupo de Arte Callejero. Aquí Viven Genocidas. Afiche nº2. 24 de marzo 2002. Registro fotográfico de acciones e intervenciones. Cortesía GAC.

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