EL MARAVILLOSO MUNDO DE CELINA ECEIZA
Dentro de las paredes del Museo de Arte Moderno aún persisten los sueños, los cuentos y las ideas que han llegado con Ofrenda, pero se perciben aún más aquellos pensamientos que el público ha dejado suspendidos en el ambiente.

Celina Eceiza (Tandil, 1988) convierte tres salas del Museo Moderno en un mundo fantástico en donde la mente de manera casi obediente se entrega al espacio. Los ojos viajan entre el resultado del juego con tiza pastel, carbonilla, anilina, lavandina, pintura látex, lana, cuero, cordones, retazos de tela, fijador, gaza, frazada, alfombra, yeso, alambre, madera, lata, ramas, plástico reciclado y lámparas.
Ofrenda es una exhibición inmersiva producida por el museo y curada por Jimena Ferreiro. Se puede apreciar en las pinturas, las esculturas y los dibujos la combinación de distintas técnicas de la producción textil artesanal como el collage y el patchwork. La joven artista ha demostrado su habilidad con el trabajo de los colores y su capacidad para poder crear diferentes texturas en los planos, y con los diferentes materiales poder crear múltiples dimensiones. Ha trabajado cada pieza, como ha explicado Ferreiro, “hasta conformar una única superficie suave y sensible a cualquier variación”.
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Vista de sala Celina Eceiza: Ofrenda (Museo de Arte Moderno)
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Vista de sala Celina Eceiza: Ofrenda (Museo de Arte Moderno)
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Vista de sala Celina Eceiza: Ofrenda (Museo de Arte Moderno)
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Vista de sala Celina Eceiza: Ofrenda (Museo de Arte Moderno)
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Vista de sala Celina Eceiza: Ofrenda (Museo de Arte Moderno)
La complejidad que presenta el trabajo puede ser entendida y disfrutada por todas las edades, de manera individual o colectiva. Eceiza ha logrado crear tres ambientes interconectados, como si representaran etapas inevitables de la vida, cada uno evocando sentimientos únicos. Disfrute, interpretación y sueños. La conjunción en sí se trata de un palacio onírico infantil que el adulto extraña, que al joven divierte, y el cual el niño jamás desearía perder. Se trata de la inocencia inteligente, de la comprensión profunda de la realidad y su esencia. En una de sus piezas se lee: “Un material llamado planeta Tierra”, porque son las miles de combinaciones de materias, formas, colores, trazos, ideas y texturas las que culminan en la creación de este mundo. Un mundo fantástico que no escapa de lo real pero sí de la rígida racionalidad; relojes que pierden las horas, casas diminutas suspendidas, morfologías únicas, frutas de tamaños exagerados, brazos y piernas que crecen hacia el techo.
La exposición es un vaivén entre el público y la obra; hay un ida y vuelta obvio, la ofrenda se encuentra en ambos lados. Así como en el descanso se buscan formas en las nubes y se inventan historias sobre lo incomprensible, el público tiene la posibilidad de infinitas interpretaciones.
Las composiciones están pobladas de cuerpos que exponen las conexiones interpersonales. Se percibe la energía y la emoción de aquellos personajes que se despliegan en las paredes, el techo y el suelo. En ese universo, la artista ha incorporado referencias entrelazadas de los movimientos artísticos del siglo XX y de múltiples estratos de la historia cultural, desde la antigüedad grecorromana hasta el espíritu del hippismo de los años sesenta.
Ofrenda podrá verse hasta el 30 de marzo de 2025 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, ubicado en Av. San Juan 350, San Telmo, Buenos Aires (Argentina).