CRISTÓBAL ASCENCIO, EN EL INSTITUTO CULTURAL DE MÉXICO EN ESPAÑA

Por Álvaro de Benito

El Instituto Cultural de México en España acoge la muestra de Cristóbal Ascencio (Guadalajara, México, 1988) Estrategias de recuperación, conformada por tres proyectos recientes del fotógrafo. A través de las series Las flores mueren dos veces (2021-2024), Palimpsesto (2024-2025) y Maíz (2023 – en curso), el mexicano explora los elementos y causas que crean distorsión y fragmentación en el recuerdo.

CRISTÓBAL ASCENCIO, EN EL INSTITUTO CULTURAL DE MÉXICO EN ESPAÑA

En estos compendios, las imágenes que las componen esconden en su esencia los procesos de reinterpretación, olvido y selección en la memoria y aluden, directamente, a esa fragilidad metafórica en lo visual. Las fotografías de Ascencio pueden ser consideradas cajas, espacios donde surgen esas representaciones y sus intervenciones en ese recorrido. El resultado plasma también un momento, un instante concreto que también está sometido a esa observación subjetiva. 

 

Las flores mueren dos veces se sirve de una experiencia personal del artista y la relación con su padre para tejer una serie de recuerdos percibidos. Estos funcionan como eje de esa memoria y su tergiversación, a veces voluntaria, otra no, y su materialización a través de ciertas mecánicas y técnicas que se sirven de la tecnología. Ante el despliegue de imágenes, una caja con tierra real actúa como único testimonio casi fidedigno de ese marco real que da pie a las interpretaciones.

Maíz aboga por una vertiente de documentación y con un carácter científico y hasta empírico. Sin dejar de lado la fotografía, la finalidad de esta serie se acerca a la de una documentación exhaustiva de la antropología alrededor del maíz, cereal que centra el estudio que el autor realiza junto a Alba Serra (Barcelona, España, 1984) y aporta visiones sobre cómo se refleja esta acción documental.

 

Palimpsesto, por su parte, opta por el mito de Penélope como punto de partida. Reproduciendo el patrón de tejido y reinicio, toma y bordado, Ascencio vuelve sobre los procesos de tiempo y memoria, pero sobre todo de la deconstrucción de la imagen y del pasado en el presente. La confección en telas de los resultados de esas intervenciones temporales y técnicas en su labor de registro de los escenarios reales del mito denotan, además, la evolución y calidad técnica del proceso y el artista.

En todos los detalles y su esencia y construcción se esconde la relevancia del proceso creativo y la transparencia con la que se desarrolla su obra. Ahí funcionan también como registro del propio desarrollo, de las decisiones que se han tomado para que su forma visual sea esa. Ese documentalismo radical al que alude Dea López, comisaria de la muestra, incide en la importancia de la ejecución, de una visión superficial que refleja un acto y de un procedimiento que subyace como sustrato fundamental y que, en cierta forma, incitan al espectador a una reflexión sobre la veracidad de la imagen.

 

Cristóbal Ascencio: Estrategias de recuperación puede visitarse hasta el 23 de abril en el Instituto Cultural de México en España, San Jerónimo, 46, Madrid (España).