CELEBRACIÓN DE LE PARC, EN ALBARRÁN BOURDAIS

Por Álvaro de Benito | marzo 20, 2025

La galería Albarrán Bourdais, en su sede madrileña, acoge la muestra En movimiento, de Julio Le Parc (Mendoza, Argentina, 1928). Con cierto carácter de celebración, pues se trata de la primera individual que se le dedica al argentino en España en los últimos treinta años, la exposición recorre parte fundamental de la producción del maestro del arte cinético y op-art y lo hace con la selección de varias piezas que ilustran periodos clave. Sin llegar a ser retrospectiva, hay algo de esa esencia en cómo se presenta el recorrido, que plantea, a través de grupos conectados, una propuesta de análisis de la conexión del pasado con el presente.

CELEBRACIÓN DE LE PARC, EN ALBARRÁN BOURDAIS

Recibe al visitante Sphère bleu foncé (2013), una suerte de esfera móvil de más de dos metros de diámetro compuesta por piezas azules. Aunque de producción mucho más cercana en el tiempo, nos remite a la experimentación que desarrolla el argentino sobre la luz y el movimiento en la década de los sesenta. Sirva esta obra para introducir espacialmente al espectador en el entorno, salas amplias que se ven marcadas por lienzos de eminente carácter geométrico, pero que esconden, de nuevo, análisis del maestro.

 

Se presentan varias series enraizadas en sus inicios, aunque de manufactura más actual. Estas nos permiten analizar esa progresión teórica y práctica dentro de un marco que se extiende en el tiempo. Onde y Série 16, lienzos trabajados con aerógrafo que reverberan sobre los principios de organización y su influencia en la expresión, pero, sobre todo, en esa práctica sobre las limitantes -a la par que infinitas- escalas de catorce colores con las que Le Parc trabaja desde hace más de medio siglo.

Alchimies, serie que tiene su origen en el último periodo bonaerense del artista, participa de la misma forma. En su progresión cronológica, las obras expuestas enlazan las últimas obras realizadas con otras más lejanas. En ella, podemos observar el mantenimiento de las formas, quizá de la esencia, algo que parece remoto por la técnica empleada. Los flujos delimitan esa morfología del área y de la influencia de lo cinético y la luz y se sobreponen a lo visual, esencialmente parecido, pero de resultado diferente.

 

Entre ambas, quizá planificada de manera estratégica en el orden, una sala degrada el color hasta convertirlo en escala de blancos y negros. Las piezas que se recogen en esa ruptura del recorrido nos recuerdan cuánto de claves fueron los inicios teóricos de un arte óptico enormemente geométrico. Rozando la práctica del estudio, resalta la importancia primigenia de esas investigaciones sobre las sombras y la disposición sobre el lienzo y que también recogen la preciosa colección de bocetos y estudios que se despliega a lo largo de la muestra.

En este sentido, el final propuesto lo representa Relief couleur (1973), relieve de madera que se plantea a medio camino entre esas investigaciones y el resultado de una obra de enorme plasticidad y que recoge la intención propuesta por la galería: un reconocimiento didáctico sobre Le Parc.

 

Julio Le Parc. En movimiento puede verse hasta el 26 de abril en la galería Albarrán Bourdais, Barquillo, 13, Madrid (España).

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