MEMORIA, SUEÑOS Y RESISTENCIA EN NAUFUS RAMÍREZ-FIGUEROA
Por Álvaro de Benito
Naufus Ramírez-Figueroa (Ciudad de Guatemala, Guatemala, 1978) lleva tiempo reclamando una exposición de media carrera como la que acoge el Museo Reina Sofía. Su constante actividad y presencia en instituciones y acciones durante estos últimos años han situado la figura del guatemalteco como un nombre esencial en el desarrollo y visibilidad del arte contemporáneo centroamericano más allá de su marco geográfico.
Existe en Espectros luminosos, comisariada por Soledad Liaño, cierta deuda hacia ese motor de impacto que el circuito de galerías español y las instituciones han encendido alrededor de la práctica artística centroamericana, pero ese hecho no sirve más que para encumbrar el nombre de Ramírez-Figueroa en la escena internacional, que no es poco.
La muestra, retrospectiva en cuanto a la representación del periodo desde inicio a presente, se ciñe a varios de los ejes comunes de muchas de las propuestas que parten del istmo. La historia común de violencia, disidencia y cierto realismo mágico combinan, desde sus posiciones, con el mundo subjetivo y la memoria de la biografía del propio artista.
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Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025
El total de las obras expuestas, quince, aborda con claridad la actividad de Naufus Ramírez-Figueroa y lo hace, además, con cierto grado de estética ensoñadora, a veces asfixiante, que vela porque la acertada elección de piezas mantenga un ánimo estético común. Ese punto, importante en cuanto a cierto hilo conductor necesario en muestras de este tipo, traza un recorrido temático que nos habla de la infancia y pasado, de los sueños y de la lucha y la justicia, tanto interna como hacia un exterior dominado por la historia.
Obviamente, el cuestionamiento del relato y la mirada decolonial aparecen como una visión intrínseca del que ha vivido la experiencia, y aprovecha la política institucional para encontrar un hueco preciso. Su narrativa se vincula a la experiencia personal, aunque algunos temas sean universales, y plasma con un lenguaje preciso su intención.
Partiendo de una conjunción de técnicas y artes, desde el video a la enorme influencia del teatro o de la instalación, Ramírez-Figueroa desprende inquietud en el proceso. Piezas audiovisuales como Life in his Mouth, Death Cradles her Arm (Vida en su boca, la muerte acuna su brazo, 2016) o Illusions of Matter (La ilusión de la materia, 2015) proyecta esta simbiosis como carta de presentación. Contenido se entremezcla con acción y registro para ilustrar una parte relevante de su propuesta, aludienco directamente a lo onírico y a los lenguajes de lo escénico o del teatro de calle.
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Naufus Ramírez-Figueroa. Illusion of Matter, 2015. Video HD, color, sonido, 4' 48''. As part of BMW Tate Live: Performance Room, Tate Modern. Naufus Ramírez-Figueroa/Photo: Tate (Broterton Lock) 2018
La vertebración de la violencia, la represión y la dictadura están presentes en su obra. No obstante, su condición de exiliado en Canadá y, previamente, en México, le permite tener un punto de vista autorizado como para que de su experiencia emane un sentido clave. El corazón del espantapájaros, inspirada en la obra homónima de Hugo Carrillo de 1962 y que el recorrido une con Lugar de consuelo, representa esa faceta de lucha y memoria, sin obviar el claro vínculo de lo escénico y lo performativo.
Los trajes expuestos, extraídos de su contexto teatral, cobran vida fuera de su entorno. Marionetas, maniquíes o entes, su expresión tiene el sentido del activismo político e, incluso, de una ironía subyacente por lo estético. Junto al despliegue vivo de vestuario, nueve aguatintas en blanco y negro muestran procesos creativos de proyectos para su difusión en distintos medios.
El audiovisual Lugar de consuelo (2020), producido posteriormente, da cuenta del recorrido que para Ramírez-Figueroa tiene la obra teatral. La representación de la pieza 45 años después y su registro, actualizan un discurso que parece seguir presente. De paso, conforma un total conceptual entre las vertientes de distintos lenguajes y un enlace común a todas ellas, describiendo las enormes posibilidades que el artista elabora desde un único punto.
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Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025. Archivo fotográfico del Museo Reina Sofía
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Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025
God’s Reptilian Finger (El dedo reptiliano de Dios, 2016) y Fettered Flamingos (Flamencos encadenados, 2017) trasladan a un mundo de aparente surrealismo o ensoñación. Instalaciones diferentes en su lenguaje, ambas aluden a la inconsistencia de los relatos alternativos. Esas historias son analizadas por el artista que presenta una fuerte convicción hacia las narrativas políticas e institucionalmente presentes.
Un enorme dedo de Dios flota en una sala a oscuras, mientras que en la siguiente sala aparecen flamencos imposibles encadenados que ilustran este devenir. Su idea obliga a repensar el impacto de los discursos, aunque también, lejos de la semántica, también aboga por repensar la importancia de la conciencia social o ecológica.
Frente al impacto de sus instalaciones y audiovisual, la serie de pinturas sobre las hojas de anthurium o las series Chiperrec y Huertos de los Ch’olti relajan en su intensidad estética, pero ahondan profundamente en el concepto de lo agresivo. La referencia visual directa, como la de la historia del coleccionista francés que quiso hacerse con todas las variantes de la especia referida, combina en espacio con otras ideas de violencia sistémica, estructural y colonial.
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Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025. Archivo fotográfico del Museo Reina Sofía
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Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025
Cuna y arrullo (2025), la obra con la que finaliza el recorrido, se ha realizado específicamente para la ocasión. La sala, oscura, acoge un gran despliegue de cunas habitadas por extraños seres, antropomorfos y zoomorfos, que transmiten inquietud. Su experiencia en México como refugiado dibuja lo sombrío. Los seres, más propios de pesadillas, mantienen el lenguaje onírico, pero enturbian la paz presupuesta en las cunas para recalar en la importancia de la memoria y aglutinar, más si cabe, la propuesta del lenguaje radical y representativo de Ramírez-Figueroa.
Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos puede verse hasta el 20 de octubre en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Santa Isabel, 52, Madrid (España).
Imagen de portada: Vista de sala de la exposición Naufus Ramírez-Figueroa. Espectros luminosos, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Mayo 2025.

