PERCEPCIÓN Y COTIDIANEIDAD EN LEANDRO ERLICH
La nevera en la sala es la disposición con la que Leandro Erlich (Buenos Aires, Argentina, 1973) replantea en Prats Nogueras Blanchard su visión sobre la percepción a través de la arquitectura y lo cotidiano. Este es un tema recurrente en el argentino; las obras expuestas en la sede madrileña de la galería no se corresponden a una producción nueva, sino a una primera exposición en público de una serie de obras que dialogan desde el realismo y la ilusión, y que se complementan con su emplazamiento y funcionalidad en el entorno.

Sin llegar a tratarse de una instalación, en sentido estricto, la muestra se establece en colaboración necesaria con el espacio para acercar las distancias que existen entre el sentido de la galería en su vertiente expositiva y la experiencia del visitante, que se adentra ineludiblemente en esa visión de lo corriente, de lo familiar. El objeto de las pinturas mantiene esa instrumentalidad, reproduciendo elementos cotidianos que contienen un doble fondo, sean estos puertas de acceso o pantallas.
Los frontales de una nevera y una lavadora, una puerta de baño de avión o la trasera de un televisor invitan a esa reflexión conceptual del engaño, de la perspectiva, de la incógnita sobre la realidad dimensional que abarcan estos elementos, pero que se reducen a un truco visual. Una de las pinturas de puertas aparece al lado de una de las que contempla la arquitectura de la sala, remarcando ese carácter de copia, de juego óptico y de cierta trampa lúdica que articula la exposición y que conservará como parte de su nueva identidad.
A la serie de pinturas se une Six Cycles (2018), una videoinstalación que completa el sentido de lo dispuesto por los lienzos. Las seis lavadoras que giran a distintas velocidades inciden en la importancia del tiempo, pero no deja de lado el reflejo de un día a día absorbido, precisamente, por esa cuenta que sea crea a partir del propio instrumento. Absortos en el proceso que se presenta en el video, el tratamiento de esas telas abocadas a marcar la hora, también se puede observar el color y la forma, trazos de cierto barroquismo cromático que, en cierta forma, facilitan la conexión con el periodo historiográfico donde, quizá, más se desarrolló el juego de la dimensión y la percepción.
La nevera en la sala puede visitarse hasta el 16 de abril en Prats Nogueras Blanchard, Beneficiencia, 18-B, Madrid (España).