PERFORMANCE Y MITO EN HÉCTOR CANONGE
Héctor Canonge comenzó a explorar las posibilidades de la performance casi sin ser consciente de ello. Con una amplia carrera en el campo de los nuevos medios y el arte circundante a esos avances, y casi por inercia, incorpora el uso de su cuerpo en una de sus instalaciones, Schema CorpoReal, donde su cuerpo cubierto por códigos de barra era escaneado por el público para que, a través de textos que emergían referentes a partes de su cuerpo acababan construyendo una narrativa de identidad.
Después de una serie de proyectos en los que se entremezclaban lenguajes apartemente antagónicos como las tecnologías y lo digital, frente al cuerpo y la identidad humana, Canonge comienza a incrementar la presencia de lo analógico frente a lo digital. Mucha culpa de este giro pudo deberse a un incidente en Estambul que acabó con parte de sus herramientas digitales y tecnológicas retenidas, por lo que tuvo que reinventarse.
De esa necesidad casi involuntaria de explorar nuevas expresiones a través del cuerpo y sin incursión tecnológica, consolidó una devoción por el arte en vivo, por la transmisión y el lenguaje corporal, al cual se incorporará parte de la técnica del radical butō, culminando así el imaginario de su propuesta performativa. Dentro de esa evolución, Canonge topa con el mito y la conexión ancestral y antropológica que cada uno de los pueblos tiene para conformar MITOS, su última acción que ha estrenado recientemente en el madrileño museo de La Neomudéjar y que llevará por Europa a lo largo de los próximos meses.
Explorando la identidad y esa etnografía que pareciera también extrapolarse a su persona —él se considera un artista latino de Nueva York, nacido en Buenos Aires de madre boliviana y padre español—, MITOS contempla esa aproximación a la esencia de cada uno, pero también indica la necesidad de la asunción de la esencia originada. Canonge parte de la tradición oral andina para esta acción performativa en la que se adentra tras ir deshaciendo y presentando las múltiples identidades impuestas, elementos visuales de gran potencia en el desarrollo de esta performance.
Inundado por una música de corte espiritual o, por lo menos, introspectiva, la reflexión evolutiva del ser y el estar tiene una preponderancia radical. De hecho, el entorno en el que se desarrolla la acción patenta la influencia del mismo en el proceso creativo, donde Canonge absorbe también su esencia para moldear esa expresión radical del butō —arte que, en su devenir, combina las tradiciones europeas de posguerra y la tradición japonesa— y el apoyo de los ritos andinos. La evolución de MITOS absorbe todos esos elementos, por lo que su representación en Europa y África en sucesivas acciones irá incorporando elementos del espacio y desarrollando elementos narrativos que conformarán una pieza performativa en constante evolución y con la que subraya la importancia de la aceptación ineludible del ser de cada uno y su ancestral conformación.
MITOS fue presentada en el Museo La Neomudéjar de Madrid el 26 de abril y será representada en junio en Berlín en la Universität der Künst (UDK) y en Orhan Kritisch Kunst, en julio en Venecia, y en el Festival Emomé Art, en Lomé (Togo).