RECONSTRUCCIÓN Y “DELIRIO” EN ANA GALLARDO
Podría haberse tratado de una retrospectiva al uso, pero la decisión de participar de alguna manera en el proceso creativo constituye un punto diferencial y hasta declarativo en Tembló acá un delirio, la muestra que el mostoleño Museo CA2M ahonda en la figura, y de primera mano, de Ana Gallardo (Rosario, Argentina, 1958).
Comisariada por Alfredo Aracil y Violeta Janeiro, la disposición y la propuesta de la exposición nos lleva a una materialización de lo conceptual y de las inercias con las que se debate la artista argentina. No obstante, la visita a las salas sumerge al espectador en una subjetividad todavía más honda y envolvente hacia lo que son los procesos de recuperación y reconstrucción.
Más allá de la evidente orientación de los trabajos de la rosarina desde décadas hacia la denuncia de la violencia contra la mujer, la exploración de las teorías de género o el propio sistema del arte, subyace una intención de afrontar estos temas a través de un lenguaje alejado del victimismo y que se genera en torno al antagonismo dual de la vida y la muerte y sus significados y de esa otra oscuridad represiva que alude su manejo del olvido. Todo ello se concentra en un recorrido que se inicia en un entorno de instalaciones con protagonismo luminoso y sonoro, hasta derivar al visitante hacia una oscuridad medida, reflejo de ese olvido y de, en general, las luchas de desaparición y de reconstrucción de la memoria, pero siempre con el frágil enfoque de obviar cualquier elemento que inflija la legitimización del dolor.
Atrapados ya en ese negro que decora las salas interiores, Gallardo propone, a través de la relación vital con su madre y sus experiencias, una serie de concepciones subjetivas, representadas en los dibujos versados sobre los originales seleccionados para construir esa vía. Sus obras trazan así esa biografía y su exposición, donde se explora el retrato o el psicoanálisis como las representaciones quizá más fieles de uno mismo, tanto en lo exterior como en el espacio interior. Apoyando toda esta opción plástica de la (re)creación y del elemento de la oscuridad, Tembló acá un delirio divaga también entre documentos y vídeos que invitan a exportar la intimidad de la aflicción hacia los terrenos de lo público y a percibir esa desaparición y ese sufrimiento desde otros ángulos que la ingeniería social ha previsto que dejen de ser tan evidentes.
Ana Gallardo. Tembló acá un delirio puede visitarse hasta el 7 de julio en el Museo CA2M, Avda. Constitución, 23, Móstoles, España.