LENGUAJE Y SOCIEDAD EN EL TRABAJO DE LÚA CODERCH EN THE RYDER
El trabajo que viene realizando Lúa Coderch (Iquitos, Perú, 1982) alrededor del lenguaje se apodera de su reciente individual en la madrileña The Ryder Projects para consolidar una nueva visión relacional de las prácticas comunicativas. Exhausta y exuberante, título de esta muestra parcialmente retrospectiva y casi de tesis, responde también así a los dos estados de ánimo, aparentemente opuestos, pero con un vínculo inexorable, de las necesidades vitales que se filtran en la sociedad contemporánea entre individuos y cierta extimidad que, orgánicamente, parece haberse impuesto.
Lúa Coderch analiza el proceso por el cual se desarrollan incapacidades, dificultades propias e incomprensión y presión de un entorno cada vez más asfixiante. No obstante, ese agotamiento progresa desde el imperativo social y se redimensiona en su máximo impacto construyendo desde la necesidad de una sempiterna presencia exuberante y divina. Sus obras ahondan en este proceso desde la narrativa, considerando su planteamiento inicial como un metalenguaje en el que técnica y resultado giran alrededor de la comunicación.
Ese relato y construcción literaria, del que la artista puede presumir de cierta experiencia, es el hilo que vertebra la exposición, un mundo creado desde varios de lenguajes creativos y que reverbera entre la inteligencia artificial, la fotografía, la instalación o el video para consolidar su propuesta conceptual. De la dificultad de expresión nace Echo (The coach one) (2022), una pieza que nace del mito de Eco, la oréade castigada a repetir la última palabra emitida por su interlocutor y que ilustra y retrata la incapacidad de tejer una conversación. La inteligencia artificial básica que logra reproducir la repetición del diálogo y su inconexión con la que el dispositivo emite hace de esta obra una metáfora con diversos ángulos, desde la propia deshumanización ciertamente humanizada de los procesos del aprendizaje automático a la interacción exclusivamente unidireccional, creando la retórica necesaria para ahondar en la idea de la dificultad comunicativa.
Coderch también alude al sentimiento a través del lenguaje, y lo empuja a retratarse en situaciones de complicada resolución como son los finales de las relaciones. Las series de impresiones digital Sure throat 10% darker (2018) muestran un total conceptual que es construido por la imagen de plantas medicinales asociadas a la analgesia de la garganta junto con frases manidas de los momentos de ruptura sentimental y que, complementadas con el audio de We can still be friends (2018), enfría la dialéctica de los sentimientos y el recurso sencillo del tópico ante la dificultad de una expresión más intensa.
De ahí podría enlazarse esa temática relacional bidireccional a una más amplia en Not I (2018) que, junto a Seesaw-Bench (2022), forma una videoinstalación que recoge el testigo del proceso de pensamiento lingüístico y las variables expresivas del mismo, ahondando en una parte semiótica, pero también para con el entorno que las produce, así como de la negociación. Este último concepto es la base de la serie, Cold Reading (2016), que alude a lo aséptico del lenguaje fácil, cerrado, empaquetado con el cual desenvolverse socialmente para no encontrar dificultad.
Las dos obras más recientes de las expuestas son fundamentales para el entendimiento del conjunto. S/T (The Girl With No Door On Her Mouth) (2025) se vincula directamente con el título de la muestra, y alude, con dos tubos de acero pintados de rosa, a ese contraste frío, visual y rígido que comparte con el concepto de discreción, presencia, prudencia e impedimento. Por su parte, Reaction (Smile with tear, 1KB) (2025) nos lleva a un escenario de aprendizaje involuntario para la artista en la construcción de una instalación de 1024 chinchetas bañadas en oro y pintadas a mano que se sirve el emoticono como lenguaje universal y que supone un descubrimiento altamente conceptual: la existencia de una misma cifra para realizar cierta geometría y el peso de un archivo de un microrrelato, cerrando así una cuadratura que permite enmarcar los diversos ángulos del lenguaje.
Exhausta y exuberante puede verse hasta el 15 de marzo en The RYDER Projects, Miguel Servet, 13, Madrid (España).