PROCESO E IMPACTO CLIMÁTICO EN HERIBERTO NIEVES
Hay algo estructural en el Museo La Neomudéjar que permite que iniciativas plásticas como las de Heriberto Nieves (Vega Alta, Puerto Rico, 1957) adquieran un mayor sentido gracias al diálogo con el espacio que ofrece esta institución. Su reminiscencia industrial contrasta y cuadra perfectamente con la producción del puertorriqueño, incluso se yergue como necesaria para entender el plano material de muchas de sus obras. En Nous sommes la terre, la exposición que presenta en el centro madrileño, Nieves aboga por expresar el resultado de sus investigaciones sobre el impacto climático a través de una propuesta que milita lo arquitectónico y la instalación, pero sin obviar su plástica en marcos más rígidos o las esculturas y el video.
En esta ocasión, además, el papel protagonista del entorno adquiere también cierto activismo, llenando de elementos botánicos y orgánicos unas paredes que, de primeras, pudieran abocar todo hacia una iconografía demasiado artificial y de producción industrial. En sí, el hilo argumental que emplea Nieves no es nada complejo, ni siquiera novedoso, porque el análisis del impacto humano sobre la naturaleza es casi tan viejo como su existencia. Sin embargo, es en el enfoque de la plasmación donde se aprecia las cualidades que el puertorriqueño pone al servicio de la expresión, siendo capaz de aglutinar materiales como el acero y el oro con lo orgánico de la botánica.
Esta última también se posiciona como eje central, tanto por su relación conceptual como por su impacto en el entorno expositivo, pareciendo dirigir desde la instalación escultórica que preside la sala toda su ramificación —sirva también como sustantivo literal— hasta gestionar esos hilos invisibles que la unen con las piezas de metal que desbordan, con cierta ironía, naturaleza en forma de hojas y caminos vegetales. Y es que eso pudiera ser una marca personal característica, un sello fácilmente distinguible en parte de la obra de Nieves donde, curiosamente, también se resalta el empleo de elementos químicos para resaltar lo orgánico y cerrar, pareciera con esa dinámica productiva, ese círculo vicioso de lo que algunos denominan el Antropoceno.
Heriberto Nieves: Nous sommes la terre puede verse hasta el 30 de junio en el Museo La Neomudéjar, calle Antonio Nebrija, s/n, Madrid, España.