EL ORDEN VERTICAL Y EL CARTÓN: NATALIA IGUIÑIZ EN VIGILGONZALES

La veta académica que Natalia Iguiñiz Boggio desempeña como docente e investigadora en la PUCP (Lima) se mantiene en permanente diálogo con la presente expansión de los feminismos latinoamericanos.La exhibición se enmarca en un gran movimiento social que procura restablecer en la imaginación política que el bien común ha sido el valor que permitió la subsistencia de nuestra especie, y así nos recuerda que la humanidad no está sostenida en competencia, sino en colaboración.

Ansío lo que crece mientras cae intenta demostrar que no es lo fálico en sí sino su instauración como punto de referencia constante, como medida frente a la cual todo se subalterniza, lo que ha sido funcional para consolidar la valoración ciega del éxito individual. Esta actitud obsesiva ante la posesión del poder es rastreable en la historia de occidente en monumentos canónicos a diversos próceres, en las columnas griegas y los obeliscos, que replican en la arquitectura la misma geometría repetidamente. Así, los conceptos subyacentes que sostienen al poder patriarcal son los de ir hacia arriba o elevarse, cuando ese gesto ha sido originalmente para la humanidad una forma de contacto con algo mayor que nos contiene.

Iguiñiz busca identificar las grietas del sistema, poniendo en valor todo aquello que crece y vive a su pesar, preguntándose qué tan frágil ha de ser ese mismo sistema para que sean necesarias tantas acciones y accesorios para mantenerlo insistentemente. Son el calado y la perforación las acciones que buscan destronar los símbolos de poder patriarcal; es el filtrado por sus grietas y debilidades el que poco a poco lo hará “caer”.

El cartón, principal soporte de las piezas, presenta la estética del consumo. Sin embargo, el ensayo pronuncia su capacidad de reutilización y reciclado, donde el renacimiento del significado es posibilitado por la alquimización de lo agotado. Los cartones se amontonan y superponen, al igual que las capas de historicidad interpretadas. Ante una toma de conciencia y posicionamiento sensible en el Antropoceno, donde las formas de vida son destruidas en pos del cumplimiento de una ambición desbocada, Iguiñiz nos propone comprender que el sistema es tan violento como frágil, y que un poder vital -que todos parecemos portar- es capaz de, lentamente, transformarlo a su paso.

Natalia Iguiñiz Boggio (Lima, 1973) es reconocida por su labor como pintora, fotógrafa, diseñadora y activista política. Licenciada en Artes Plásticas por la Pontificia Universidad Católica del Perú, donde también enseña, su trabajo aborda temas como la identidad de género, violencia contra las mujeres, desigualdad social, derechos humanos, maternidad y religión. Ha colaborado con diversas organizaciones feministas y de derechos humanos y formó parte del colectivo Laperrera. Su obra ha sido exhibida en importantes instituciones culturales internacionales, integrando colecciones como MOLAA (EE. UU.), MALI (Perú) y MNCARS (España). En 2018, el ICPNA publicó el libro Energías Sociales / Fuerzas Vitales Natalia Iguiñiz: arte, activismo, feminismo (1994-2018), en el marco de una exposición antológica sobre su trayectoria.

Ansío lo que crece mientras cae puede verse hasta el 21 de febrero en la galería VIGILGONZALES, Av. Roque Sáenz Peña 628, piso 4, Buenos Aires (Argentina).