SÃO PAULO: UN RECORRIDO POR GALERÍAS, ESTUDIOS, RESIDENCIAS
Por: María Galarza
Como toda ciudad grande, en São Paulo todo sucede al mismo tiempo: galerías, residencias, estudios y exposiciones se cruzan en una trama eléctrica que alimenta a una red de artistas locales y se conecta con circuitos globales. La ciudad funciona como un nodo: intenso, vibrante, inagotable.
Durante la semana de inauguración de la 36ª Bienal de São Paulo, la ciudad reunió a galeristas, artistas, periodistas y coleccionistas. Aprovechamos esa vibración para visitar espacios que, más allá del evento, sostienen la vida cultural paulista: una selección que compartimos en este recorrido.
Studio visit: Thiago Hattnher
El artista brasileño abrió las puertas de su estudio: amplio, con techos altos, luminoso y blanco. Pinturas estudiosas, con un trabajo minucioso, lento, con idas y vueltas y decisiones intuitivas. Desde el momento en que se plantea sobre qué se va a pintar, con qué prepara la tela para pintura, qué textura busca para el lienzo Thiago Hattnher empieza una búsqueda a partir de la textura, la composición y el color.
Presenta obras que varían en tamaño, pero tienen toda la misma unidad de medida: un rectángulo que contiene otros rectángulos. Colores asociados a la tierra, formas abstractas con detalles figurativos, composiciones orgánicas, capas de textura en las que emergen paisajes descentrados.
Al observar estas pinturas, resulta claro cómo su carrera se articula entre la rigurosidad técnica y una apertura a la experiencia sensible, un equilibrio que define su perfil como artista en ascenso. Participó en una exposición colectiva en la sede de Nueva York de kurimanzutto en junio de este año y tuvo una muestra individual en la galería Almeida & Dale en mayo.
Yoseca Yanomami en Almeida & Dale
La galería paulista Almeida & Dale sostiene un programa que articula figuras centrales del modernismo brasileño con artistas contemporáneos y emergentes. Tiene como sede una casa con varias salas expositivas, un gran patio con plantas y un gran programa de muestras que busca mantener activo el diálogo entre distintas generaciones y lenguajes artísticos.
En ese contexto se presenta Urihi mãripraɨ – Sonhar a terra-floresta, la primera exhibición individual de Joseca Yanomami en la galería, con curaduría de Bruce Albert. Una sala con paredes azul marino, a oscuras, que ilumina una a una las obras del artista. Las pinturas y dibujos que abren una ventana a la cosmovisión del chamanismo yanomami, donde conviven espíritus, fuerzas de la naturaleza y memorias transmitidas a través del canto. Se traduce lo onírico en imagen en donde soñar no es evasión, sino una forma de conocimiento: un lenguaje visual que transmite aquello que no cabe en la lógica cotidiana.
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Urihi mãriprat - To Dream the Forest Land - Almeida & Dale, São Paulo, 2025 - photo: Julia Thompson
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Yoseca Yanomami, 2024. Traducción: Palabras sobre morir en sueños. Cuando morimos en nuestros sueños, nuestro fantasma va al otro cielo. Cuando morimos en sueños, volvemos a ver a todos los fantasmas de los muertos. Volvemos a entrar en las casas de los fantasmas de los muertos. Así es como sucede cuando morimos en sueños. Grafito, lápices de color, lapicera y marcados en papel. 45.5 x 75 cm. Foto: Filipe Berndt.
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Yoseca Yanomami, 2025. Traducción: Palabras sobre romper el cielo. Cuando ese cielo caiga, no caerá en una tierra-bosque buena. La tierra-bosque realmente empeorará mucho, y por eso, todos los animales huirán, los guacamayos, los loros, los mutuns, los tapires, los jabalíes, los jaguares, todos huirán. Caerá mucha lluvia, los vientos se volverán muy fuertes y seremos devorados por los seres caníbales Ãopatari que viven en el mundo subterráneo. Eso es lo que sucederá cuando caiga el cielo. Acrílico en lienzo. 98 x 150cm. Foto: Estúdio em Obra.
Iván Argote en Vermelho
La galería Vermelho presentó Arroz com feijão, la exposición de Iván Argote. El artista colombiano trabaja desarmando lugares comunes, discursos dominantes y símbolos colectivos. Vuelve a pasar por el mismo lugar, solo que de manera diferente. Su proyecto en Vermelho despliega esculturas, frases y objetos. Hace del arroz con feijão o frijoles o porotos –alimento de gran tradición latinoamericana– un monumento y homenaje. E introduce mobiliario pensado para otro tipo de convivencia, una ligada directamente a la reciprocidad. Una silla que obliga a sentarse de a dos, a balancearse de a dos, a salir del espacio personal, a mirarse.
El artista desplaza la mirada: lo épico ya no está en las plazas sino en los rituales diarios, en la materia básica que sostiene a todos.
Casa Onze: una residencia de artistas
Casa Onze es un proyecto de residencia artística creada por Lydia De Santis y Frederik Schampers. El número once engloba varios significados: en neerlandés –país de origen de uno de los fundadores– “onze” significa “nosotros”; se trata del código numérico en São Paulo; y, además, es el número de la casa en Travessa Dona Paula en donde se ubica la residencia.
La casa busca ser, a la vez, un hogar y un punto de conexión, un espacio donde artistas internacionales puedan sumergirse en la cultura brasileña más allá de la condición de visitantes, integrándose en una red viva de personas, instituciones y lenguajes. El proyecto cuenta con los Onze Amigos, un grupo de once colaboradores locales que acompaña a los artistas y los conecta con la escena cultural de la ciudad.
El lugar se transforma con cada residencia: muebles, decoración y disposición se adaptan a las necesidades del artista invitado. La residencia se inauguró con Precious Okoyomon, que trabajó en un costado más íntimo de su práctica, ligado a la escritura y la poesía. La experiencia coincidió con la apertura de la Bienal y funcionó como contrapunto: mientras en el Pavilhão se desplegaban instalaciones monumentales, en Casa Onze la escala era doméstica, cercana, con un tiempo de trabajo más silencioso.

