EXPOSICIÓN COLECTIVA EN LA RESIDENCIA FONTE

La exposición presenta obras de Arthur Palhano, Brisa Noronha, Fabio Perino, Marcelo Amorim, Marina Weffort, Nino Cais y Zé Tepedino. Según el curador Domenico De Chirico, esta melodía resuena con un doble ardor. El primero surge del impulso creativo único de cada artista, mientras que el segundo imparte una susurrante unidad orgánica, un "trait d'union", al conjunto colectivo de obras de arte expuestas.

Arthur Palhano.

"A través de mi práctica, investigo la interacción simbólica entre los objetos y la construcción pictórica mediante ejercicios de sustracción, raspado y excavación, pelando las diversas capas sensibles de mi pintura, comprometiéndome con una dimensión pública de cierto vandalismo de los vestigios de la ciudad y los cánones de la historia del arte".

Brisa Noronha.

"Mi trabajo se caracteriza por explorar las delicadas relaciones y la resistencia de la materia, viéndola como un sujeto activo en el proceso creativo. Mis experimentos se construyen a través de mi acción como artista, pero también a través de la respuesta incontrolable de los materiales, revelando su vida sensible. Mis procedimientos artísticos incorporan tanto la intencionalidad como el elemento inesperado, desplazando la noción de fallo o error hacia una especie de pedagogía de la materia. En este planteamiento, uno puede ser testigo de los constantes procesos de reestructuración material, vitales para la continuidad de cualquier organización viva. Como artista, me esfuerzo por estar atenta a las cualidades físicas de lo que observo, interesándome por la disposición de los objetos en escenas cotidianas y por la estructuración de sistemas que estimulan mi investigación experimental sobre la transformación de los materiales, su agencia y sus límites. Mi trabajo se desarrolla en diferentes soportes, como pinturas, vídeos, fotografías y, sobre todo, porcelana".

Fabio Perino.          

"Mi recorrido artístico cuestiona ciertas verdades universalmente aceptadas y explora las contradicciones que plantean. Los elementos del punto y la línea, tratados originalmente en obras anteriores, se desmaterializan ahora y se despojan de sus características físicas. Lo que antes se sintetizaba y comprimía en un elemento geométrico ahora se expande hacia una dimensión ilimitada. Si antes la línea permitía percibir tensiones más allá del mundo sensible y el punto implicaba una voluntad más humana asociada a una realidad más comprensible, la atención se dirige ahora hacia la incoherencia y el desequilibrio de la naturaleza humana, que en su ambición por superar el acto primitivo de la creación está destinada a oponerse a aquello de lo que forma parte. La secuencia del diálogo en las piezas se repite para subrayar la relación entre la tendencia humana hacia lo trascendental o universal y la realidad objetiva y concreta de existir en este mundo, aunque con una presencia constante de elementos irracionales que pretenden elevar la brutalidad democrática de nuestro mundo contemporáneo. El diálogo evoluciona de suave y cortés a algo más violento y crudo, sin muchos más filtros que la capacidad esencial, libre y parcialmente infinita del ser humano de apoyarse en la imaginación y la razón".

Marina Weffort.

"Siempre me han interesado los materiales tejidos. Recuerdo que de niña aprendí a cortar telas arrancando un hilo de su trama. Muchos años después, este gesto se convirtió en definitivo en la construcción de mi poética. El tejido está compuesto por una estructura de hilos que se cruzan ordenadamente. Las acciones de cortar y desenredar, coser y estirar, siempre presentes, revelan un procedimiento escultórico a lo que inicialmente puede parecer bidimensional. Las obras, en su mayoría de colores claros, se extienden sobre la pared, haciendo que su sombra se incorpore a la imagen de la obra. El sutil juego de luces y sombras entrecruza el dibujo del nuevo tejido, a la vez que lo infunde de aire, formando una especie de caja perforada de líneas, sensible al menor soplo. La rarefacción de la superficie y su fragilidad visual y física contribuyen a su disolución en el espacio. Esta relación con el espacio y la luz, que impregna los tejidos de la tela, exige del espectador un esfuerzo constante para encarnar estas estructuras límite".

Marcelo Amorim.

"Mi trabajo cuestiona la existencia retórica de una masculinidad neutra y la legitimación del poder masculino en las sociedades occidentales a través de la repetición de ciertas imágenes discursivas. Utilizo Internet para recopilar fotos y películas anónimas, principalmente de las décadas de 1940 a 1970, y actúo como editor, rescatando imágenes olvidadas. Organizo y recreo estas imágenes en diversos lenguajes, como la serigrafía y la pintura al óleo, para simular un sentido afectivo. A través de este proceso, busco evocar una conciencia crítica a partir de una atmósfera que parece nostálgica, íntima y familiar".

Nino Cais.

"Busco crear un universo intermedio entre el mundo cotidiano, que proporciona la materia prima para mi trabajo, y un entorno fantástico enraizado en la literatura, el teatro y las artes visuales. Corto, pego, coso, dibujo; estoy dentro y fuera de la obra, soy personaje y autor. Mis obras se manifiestan en un tiempo y un espacio suspendidos, reconocibles pero inexplorados por el espectador, tan cerca y tan lejos a la vez, con el objetivo de crear una extrañeza que también sea acogedora".

Zé Tepedino.

"Mi trabajo comienza con la observación atenta de mi entorno, la travesía de una ciudad que se encuentra con el mar. A partir de este recorrido cotidiano, se seleccionan materiales, espacios y situaciones, en su mayoría banales, para ser poéticamente revisitados, reorganizados y puestos en valor. A través del pensamiento que compone y acompaña la tradición de los movimientos de la historia del arte, recombino estos diversos elementos mediante operaciones en su mayoría sencillas, creando nuevas disposiciones, ofreciendo una percepción fresca de lo que conocemos demasiado bien. Independientemente del medio, siempre entiendo mi trabajo como una acción, ya sea en el paisaje con grandes instalaciones o en monotipos sobre papel. Para conseguirlo, empleo diferentes técnicas como la costura, la pintura y la escultura, buscando formalizar ideas que siempre implican el proceso como coautor. Pretendo acercar diferentes épocas y tradiciones, proponiendo una nueva perspectiva del mundo que nos rodea".