GIULIANA VIDARTE: “DESDE LAS EXPOSICIONES PODEMOS MIRAR EL PASADO PARA PENSAR EL HOY”
Giuliana Vidarte es curadora, historiadora de arte y docente. Su trabajo pone el foco en la reescritura de la historia desde una perspectiva del discurso de la Amazonía peruana. En diálogo con Arte al Día, cuenta su trayectoria y cómo desarrolló la propuesta curatorial de la sección NEXT para Pinta Miami 2023.
¿Qué te motivó a enfocarte en la relación entre las artes visuales y la literatura, especialmente en el contexto de la Amazonía peruana?
Mi trabajo de investigación y curaduría se centró inicialmente en proyectos de arte y archivo de artistas contemporáneos que proponen discursos alternativos y una urgente reescritura de las narrativas históricas, ofreciendo reinterpretaciones de los imaginarios del Antiguo Perú. Posteriormente, desarrollé varios proyectos de investigación sobre prácticas artísticas vinculadas al contexto de la Amazonía. Estas exposiciones reunieron proyectos artísticos que proponían reescribir los relatos oficiales de la historia amazónica, destacando la necesidad de una renovación de los discursos vinculados al auge de la extracción del caucho. Otros proyectos ahondaban en las complejas relaciones entre animales, plantas y humanos, o en los conceptos de naturaleza y cultura, en la Amazonia, que se condensan en narrativas míticas. Incluyendo el trabajo de artistas que crean representaciones de estos mitos y establecen relaciones de diálogo con otros espacios de conocimiento, posibilitando la actualización de esta mitología y promoviendo su divulgación y discusión.
Gracias a la generosidad de queridos amigos y colegas llegué al contexto de la Amazonía y encontré un espacio en el que podía contribuir en el desarrollo de líneas de investigación sobre la historia del arte amazónico y en el que podía acompañar procesos de creación creados con el objetivo de visibilizar las problemáticas urgentes de esta región.
¿Cómo fue tu participación como asistente curatorial en el Pabellón Peruano en la 58ª Bienal de Venecia? ¿Qué aprendizajes obtuviste de esta experiencia internacional?
En 2019, formé parte del equipo curatorial del Pabellón Peruano de la 58ª Bienal de Venecia como asistente curatorial. "Indios antropófagos" Un jardín de mariposas en la selva (urbana),curaduría de Gustavo Buntinx, incluyó la obra de los artistas peruanos Christian Bendayán y Segundo Candiño, junto con material histórico del entomólogo alemán Otto Michael y el fotógrafo español Manuel Rodríguez Lira. Esta experiencia me permitió problematizar el rol de las prácticas artísticas contemporáneas en relación con la creación de imaginarios históricos nacionales, memorias colectivas, identidad e historias desde un contexto complejo y convulso como el peruano. Fue una experiencia de trabajo en colectivo que valoro mucho, que me permitió pensar mucho en los retos de llevar los debates propios de un contexto a un espacio mucho más global de discusión. Aprendí mucho sobre los modos de investigación y creación de mis colegas.
Como jefa de Curaduría y Colección del MAC Lima, ¿cómo definís tu papel? ¿Hay alguna visión en especial que buscas comunicar en el armado de las exposiciones?
En los últimos cinco años, como jefa de Curaduría y Colección del Museo de Arte Contemporáneo de Lima, me he encargado del diseño y ejecución del programa curatorial del Museo en colaboración y diálogo con las diversas áreas de trabajo. El MAC Lima es una institución dedicada a la promoción, investigación y difusión de las prácticas artísticas contemporáneas en Perú. Además, resguarda la colección original del Instituto de Arte Contemporáneo. El programa que desarrollé para el Museo se centró inicialmente en las prácticas de artistas peruanos contemporáneos y sus diálogos con el contexto latinoamericano. Dentro de este amplio conjunto de obras, hemos reconocido temas de investigación que posteriormente hemos desarrollado con mayor atención como parte de los diferentes programas del Museo. Estos temas incluyen prácticas contemporáneas que proponen la reinterpretación y actualización de los conocimientos, mitología y tecnología de los pueblos del Perú Antiguo, así como propuestas que abren un diálogo en torno al territorio que habitamos, los vínculos que establecemos con él, el debate sobre conceptos como naturaleza o sostenibilidad y la discusión de problemáticas actuales en el contexto peruano y mundial, como la contaminación, la deforestación y la crisis ambiental.
Pinta Miami 2023: ¿Cuáles eran tus expectativas este año para la curaduría de la sección NEXT? ¿Qué sentís que se logró con la selección de proyectos?
Todo el proceso de trabajo para la sección NEXT de este año ha sido muy enriquecedor para mí porque se trata de una invitación a pensar las relaciones entre propuestas en un entorno muy diverso, pero en el que es posible reconocer problemáticas compartidas para establecer reflexiones sobre las condiciones del presente y las posibles nuevas configuraciones de escenarios para el futuro. He podido establecer contactos más cercanos con prácticas que me interesaban mucho en Lima, Buenos Aires, Guayaquil, Córdoba, Rosario, Valparaíso y Bogotá. Me parece además que el reto de la colaboración entre galerías y propuestas, que es la base de la sección, contribuye en que se desarrollen conversaciones e intercambios que abren nuevos caminos para pensar los contextos locales, los trabajos de los artistas y que espero propicien el surgimiento de otras propuestas de colaboración.
Pinta Miami 2023: ¿Qué reúne a las 10 galerías de esta edición en específico? ¿Qué es lo que expresan?
Considero que es posible destacar como los proyectos que son parte de la sección NEXT de este año afirman su rol en cada uno de sus contextos como espacios para el encuentro, experimentación y formación, y que buscan contribuir en la descentralización de las prácticas artísticas. Se trata de galerías que surgen para responder a la realidad local y que acompañan proyectos de creación para analizar las interrelaciones entre diferentes medios vitales y las contradicciones y conflictos de las sociedades contemporáneas. Asimismo, se trata de propuestas que amplían las definiciones de las prácticas artísticas emergentes y que extienden líneas de diálogo entre diversas generaciones, medios de creación y espacios geográficos.
¿Qué valor pensás que hay en “lo emergente”? ¿Existen temas específicos que consideres importantes abordar en este contexto del arte contemporáneo latinoamericano?
Se trata de un término que puede ser leído desde perspectivas diferentes y creo que las galerías lo afirman de maneras distintas también. Hay por un lado un enfoque en cómo se comprende esta definición de “emergente” vinculado con la trayectoria de los creadores y creadoras. Mi intención para la sección ha sido abrir las varias dimensiones en las que un término como este es pensado desde la labor de las galerías y es entendido en cada contexto local. Al mismo tiempo, era importante que se reúnan prácticas que dan cuenta de los debates que son urgentes para el arte contemporáneo latinoamericano en la actualidad como las reflexiones sobre los procesos de colonización, la devastación de ecosistemas, la extracción desmedida de recursos y los modos de habitar y de experimentar el mundo desde los medios de la visualidad y virtualidad contemporáneas. Asimismo, en la sección se han incluido propuestas que evocan nuevas configuraciones para escenarios futuros a partir de la representación de esquemas ancestrales, memorias familiares y narrativas cotidianas.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentas como curadora en la escena del arte contemporáneo? ¿Y las oportunidades que ves para el futuro?
Desde mi práctica considero que siempre es importante pensar en cómo nuestros trabajos son relevantes para los entornos de trabajo y creación a los que pertenecemos. Es importante integrar nuestras investigaciones y proyectos expositivos a los diálogos y discusiones que resultan urgentes para los contextos de los que somos parte. Desde la labor curatorial, actualmente, es posible acompañar proyectos artísticos que proponen repensar los discursos históricos, recuperar los saberes tradicionales, visibilizar las prácticas artísticas de las diferentes comunidades y reconocer el espacio al que pertenece cada creador, sus particularidades y el vínculo fundamental con el contexto. Hoy reflexionamos sobre la historia y memoria para entendernos y recuperar discursos amplios y diversos para nuestras comunidades. Desde las exposiciones podemos mirar el pasado para pensar el hoy, y también miramos el territorio para abordarlo no como un espacio de contemplación sino como un lugar en constante movimiento y en el que cumplimos roles que afectan y transforman.