LOS UNIVERSOS DE LAS GALERÍAS LATINOAMERICANAS EN ARCO

Por Álvaro de Benito | marzo 08, 2025

Con una participación intensiva de galerías, ARCO supone un punto interesante para medir cómo las propuestas llegan al visitante y al coleccionista. Las apuestas por los criterios estéticos o de venta crean sinergias que acaban abocadas a una representación más o menos circunstancial de cada catálogo. Desde Arte al Día, nos adentramos en diez de esos catálogos, ampliados a universos abigarrados, monográficos y diálogos que constatan un muestreo del enfoque de las galerías latinoamericanas en su paso por la feria madrileña.

LOS UNIVERSOS DE LAS GALERÍAS LATINOAMERICANAS EN ARCO

Marcelo Guarnieri se reserva para ARCO un diálogo, en grados de voluntariedad distinto, pero con el resultado visible, de obras de Alice Shintani (São Paulo, Brasil, 1971) y LIUBA (n. Liuba Wolf, Sofia, Bulgaría, 1923 - São Paulo, Brasil, 2005), dos mundos que, si aparentemente pecan de antagónicos, combinan en la aproximación del uso de las geometrías, acentuado por las plataformas de hormigón dispuestas en el espacio que, en esa conversación, resaltan diferencias y similitudes.

 

Otra de las brasileñas que destaca en los recorridos es Porta Vilaseca, que con su precisa producción de equilibrios entre los universos de Kika Carvalho (Victoria, Brasil, 1992), pictórico, y de Zé Carlos García (Aracajú, Brasil, 1973), más orientado a la instalación, aunque eminentemente escultórico, ofrece una entrada a un entorno onírico, irrealista por los aspectos que lo componen, pero con cierta tensión calma por la combinación de la propuesta de ambos artistas.

La portuguesa FOCO despliega en su espacio un acercamiento al mundo de Francisco Trêpa (Lisboa, Portugal, 1995), un universo donde sus prácticas ceramistas crean seres y entornos oníricos, aunque con vinculaciones evidentes sobre ciertas problemáticas del mundo real. La disposición de las obras del joven portugués, y la dedicación ordenada, articulada y equilibrada de su producción en el espacio son aliados para destacar la estética de su propuesta.

 

Isla Flotante, participante en el programa Perfiles | Arte latinoamericano, propone la obra de Mariela Scafati (Bahía Blanca, Argentina, 1973), y para ellos se sirve del criterio espacial, así como de la necesidad del planteamiento más adecuado para la muestra de su obra. El área que ocupa su exposición encaja en lo que se convierte en envolvente, empleando los colores mayoritarios de la obra de la argentina para erradicar cualquier distracción y a favor de la integración plena del visitante en los objetivos de Scafati.

En esa misma línea monográfica, Gomide & Co. ofrece la enorme oportunidad de adentrarse en la figura de León Ferrari (Buenos Aires, Argentina, 1913 – ibidem, 2013) a través de una selección de obras de algunas de sus etapas más representativas. La galería de São Paulo dispone con criterio el impacto de algunas de sus producciones más reconocidas y coloristas en un primer plano para obligar al visitante a reconocer más de la propuesta del maestro argentino.

 

En el caso de Mendes Wood DM, galería con sede en varias ciudades, entre las que se encuentra São Paulo, aboga por el impacto de la obra textil de Sonia Gomes (Caetanópolis, Brasil, 1948), una de las precursoras de la técnica, que combina la verticalidad de su obra con la de las referencias más clásicas en cuanto a formato de las pinturas de la carioca Laís Amaral (Río de Janeiro, Brasil, 1993) y la del resto de sus apuestas para la feria, entre la que destacan el francés Pol Taburet o el belga Bendt Eyckermans.

En la irrupción de lo distinto y cómo conjugarlo se encuentra la mexicana Mascota, una galería cuya nómina para ARCO no incluye presencia latinoamericana, pero que dinamiza, precisamente por ello, apuestas europeas y estadounidenses que marcan cierta variedad en la mirada. Marie Hazard, Charlotte van der Borght, pero, sobre todo, la propuesta estética de Wyatt Kahn o de Yves Sherer, arrancan comentarios sobre las distintas apuestas, desde el registro corporal a la interacción de obras aparentemente alejadas en todo concepto.

 

Entre esa apuesta ecléctica, también encontramos Luciana Brito, espacio que introduce Quimera, la reconocida intervención de Regina Silveira (Porto Alegre, Brasil, 1939) y que preside, o bendice con su acaparadora presencia, obras de reconocidos nombres del arte latinoamericano. Ahí conviven los sacos de Bosco Sodi (Ciudad de México, México, 1970), producción de los últimos años de Waldemar Cordeiro (Roma, Italia, 1925 - São Paulo, Brasil, 1973) o impresiones de Caio Reisewitz (São Paulo, Brasil, 1967) que emergen para formar una muestra representativa de esa zona alimentada por los maestros.

Sin duda, la instalación en la que se convierte el espacio de Henrique Faría en el programa de galerías es otra invitación a sumergirse en el arte latinoamericano a través de su amplia muestra. Abigarrada en la diversidad, la galería neoyorquina aboga por agrandar los nombres de la abstracción y el arte conceptual, construyendo una sala didáctica y casi museística a la que no se escapan enlaces amazónicos con las propuestas que mantiene en Watamisé, uno de los programas de la feria.

 

Travesía Cuatro, con sedes tanto en Madrid como en Guadalajara, aboga por la unificación del espacio a través de lo cromático para dotar de unidad a una propuesta tan variada como distante que, sin embargo, y precisamente por la escena, mantiene cierta conversación, apilando propuestas que oscilan entre lo pictórico, lo escultórico e, incluso, con la residual instalación, y construyendo un buen catálogo visual de su apuesta.

Temas Relacionados