EL PABELLÓN BRASILEÑO EN LA BIENAL DE VENECIA 2024

Ka'a Pûera: we are walking birds (somos pájaros andantes), la exposición de Brasil en la 60ª Bienal Internacional de Venecia, presenta la resistencia y la producción artística de los pueblos nativos de Brasil, poniendo de relieve la problemática de la colonización.

EL PABELLÓN BRASILEÑO EN LA BIENAL DE VENECIA 2024

El Pabellón Hãhãwpuá –como se denomina al Pabellón de Brasil en esta edición de la Bienal– presenta Ka'a Pûera: we are walking birds, curada por Arissana Pataxó, Denilson Baniwa y Gustavo Caboco Wapichana. El título alude a dos interpretaciones interconectadas. En primer lugar, se refiere a las zonas de cultivo que, tras ser cosechadas, quedan inactivas, y la vegetación baja emerge, revelando el potencial de resurgimiento. Además, la capoeira también es conocida por los tupinambá como un pequeño pájaro que vive en bosques densos, camuflándose en el entorno.

 

En esta edición de la Bienal, el Pabellón Hãhãwpuá se destaca por la presentación de los pueblos nativos y su producción artística, especialmente la resistencia de los conocimientos y prácticas de los habitantes de la costa. La exposición aborda cuestiones de marginación, desposesión y violación de derechos, e invita a reflexionar sobre la resistencia y la esencia compartida de la humanidad, las aves, la memoria y la naturaleza. Glicéria Tupinambá trabaja con la Comunidad Tupinambá de Serra do Padeiro y Olivença, en Bahía, para crear sus obras. El Pabellón también cuenta con obras de los artistas Olinda Tupinambá y Ziel Karapotó.

"La muestra reúne a la Comunidad Tupinambá y a artistas procedentes de los pueblos del litoral –los primeros en ser transformados en extranjeros en su propio Hãhãw (territorio ancestral)– para expresar una perspectiva diferente del vasto territorio donde viven más de trescientos pueblos indígenas (Hãhãwpuá). El Pabellón Hãhãwpuá cuenta una historia de resistencia indígena en Brasil, la fuerza del cuerpo presente en la reconquista del territorio y la adaptación a las emergencias climáticas", dicen los curadores.

 

Los tupinambá se consideraron extinguidos hasta 2001, cuando el Estado brasileño reconoció finalmente que no sólo nunca habían sido exterminados, sino que luchaban activamente por recuperar su territorio y parte de su cultura, arrebatados por la colonización.

 

"La exposición se celebra en el año en que uno de los mantos tupinambá regresa a Brasil tras un largo periodo en el exilio europeo, donde había permanecido desde 1699 como preso político. La prenda atraviesa el tiempo y trae a la actualidad los problemas de la colonización, mientras los Tupinambá y otros pueblos continúan sus luchas anticoloniales en sus territorios, como los Ka'a Pûera, pájaros que caminan sobre bosques resurgentes", añaden los curadores.

El término Hãhãwpuá

En esta edición, los curadores se refieren al Pabellón de Brasil como el Pabellón Hãhãwpuá, que simboliza Brasil como territorio indígena, ya que "Hãhãw" significa "tierra" en la lengua patxohã. El nombre "Hãhãwpuá" es utilizado por los Pataxó para referirse al territorio que, tras la colonización, pasó a llamarse Brasil, pero que ha tenido, y sigue teniendo, muchos otros nombres.

 

Artistas: Glicéria Tupinambá con la Comunidad Tupinambá de Serra do Padeiro y Olivença; Olinda Tupinambá; y Ziel Karapotó.

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