PABELLÓN IRLANDÉS EN LA BIENAL DE VENECIA

Irlanda en Venecia presentará ROMANTIC IRELAND (IRLANDA ROMÁNTICA), una exposición de Eimear Walshe, con motivo de la 60ª Exposición Internacional de Arte de la Bienal de Venecia, bajo la curaduría de Sara Greavu y Project Arts Centre.

PABELLÓN IRLANDÉS EN LA BIENAL DE VENECIA

A través de una práctica que abarca el vídeo, la escultura, la edición, el sonido y la performance, la obra de Eimear Walshe rastrea los legados de la contestación por la tierra de finales del siglo XIX en Irlanda y su relación con la propiedad privada, el conservadurismo sexual y el entorno construido.

 

ROMANTIC IRELAND consta de una instalación de vídeo multicanal y una banda sonora de ópera alojadas en una escultura inmersiva. Situado en una construcción de tierra inacabada, el vídeo escenifica jabonosos y dramáticos encuentros entre arquetipos de personajes de los siglos XIX al XXI. Estas figuras ocupan una ruina abstracta, un lugar en construcción y demolición simultáneas. La banda sonora del pabellón es una ópera a cinco voces que describe la escena de un desahucio, compuesta por Amanda Feery con libreto de Walshe.

 

El proyecto de Walshe para Venecia explora la compleja política de la construcción colectiva a través de la tradición irlandesa del meitheal: una banda de trabajadores, vecinos, parientes y amigos que se reúnen para construir, cosechar y cooperar en la ayuda mutua. Representa un compromiso frenético y tenso con la antigua práctica de la construcción con tierra, una forma de construcción con 11.000 años de historia e iteraciones locales en todo el mundo. El vídeo se grabó en el centro de habilidades sostenibles Common Knowledge, en la costa oeste de Irlanda. Dirigido por el coreógrafo Mufutau Yusuf, un grupo de siete intérpretes, incluido el artista, representan personajes en díadas históricas en constante ruptura. El rodaje se realizó con cuatro teléfonos móviles que se pasaban entre los actores, desdibujando la distinción tradicional entre director, intérprete y cámara.

 

Realizada a la sombra de la actual crisis de la vivienda en Irlanda, la instalación se convierte en una obra de construcción de posibilidades, un ring de lucha para los antagonismos generacionales y de clase de Irlanda, un espacio de tiernos cuidados y una estructura convertida en una fría ruina por la muerte social del desahucio. La exposición fuerza el encuentro entre momentos históricos y extrae sus dinámicas de poder y registros afectivos paralelos; sus formas de trabajo, conflicto y placer; las enmarañadas historias de la sexualidad, la propiedad y el Estado.

 

"Hay muchas cosas de la historia irlandesa que debemos compartir con el resto del mundo. La vida en la isla –su historia de colonización, revolución y partición– ofrece muchas oportunidades para recrear traumas históricos, muchas invitaciones a traicionar nuestro pasado, a nuestros vecinos y a nosotros mismos. Somos una nación colonizada y, sin embargo, contribuimos a la colonización de otros. Algunos de nosotros fuimos desposeídos, y pasamos a hacer lo mismo nosotros mismos. La historia no divide la diferencia. De ahí surge el trabajo para Venecia", explica Eimear Walshe.

 

"La obra de Walshe se inspira en el creciente renacimiento cultural irlandés, pero no es nostálgica.  No es nativista ni se basa en mitologías imaginadas, sino que se abre y reconfigura, desplazando y abrazando con sensibilidad estos elementos mientras prefigura relaciones sociales alternativas", afirma Sara Greavu, curadora del proyecto.

Temas Relacionados