CUATRO OBRAS QUE TRAZAN EL RECORRIDO REVOLUCIONARIO DE TERESA BURGA
El gran legado de Teresa Burga (Iquitos, 1935 – Lima, 2021) se celebra en la feria latinoamericana Pinta Lima, en donde fue elegida como la artista homenaje para el Special Project, curado por Miguel A. López. La exposición reúne por primera vez distintos momentos de su producción entre 1966 y 2020 que evidencian la inteligencia, el atrevimiento y la versatilidad de una artista que no siempre fue reconocida ni comprendida en su época.

Teresa Burga, artista conceptual y multimedia, mantuvo desde la década de 1960 una actitud rebelde e innovadora que la llevó a confrontar parámetros tradicionales y a experimentar con múltiples medios y disciplinas: desarrolló dibujos, grabados, pinturas, esculturas, instalaciones efímeras, diagramas, piezas que incorporan sonido, video, documentación médica y científica, así como numerosas obras difíciles de clasificar.
Objetos, 1967
Bajo la estética del estilo pop, la artista peruana desplegó en los sesenta una producción que reflexionaba sobre el espacio que ocupaba la mujer en la sociedad. Objetos, instalación que presentó en 1967 en la Galería Cultura y Libertad, es evidencia de ello. Burga construyó dentro de la galería una simulación del interior de una casa, utilizando madera, papel maché y cartulina. Una de las obras presentadas dentro del espacio mostraba a una mujer desnuda adherida a una cama, muy al estilo pop, cuestionando los estereotipos sexistas sobre la representación del cuerpo femenino. La obra también da cuenta de una artista pionera en Perú en el camino hacia la disolución del objeto artístico, incorporando nuevas estrategias creativas para producir un arte conceptual.
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Teresa Burga, 1967
Autorretrato, 1972
El trabajo de Burga comenzó a orientarse hacia nuevas inquietudes, con un interés creciente por entender cómo los sistemas de información moldeaban el comportamiento y la subjetividad. Su obra Autorretrato (1972) no sólo es innovadora por cuestionar la identidad personal y cómo esta se ve afectada por estructuras burocráticas, además continuaba su línea disruptiva al desafiar las nociones establecidas de lo que se consideraba arte.
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Teresa Burga. Autorretrato, 1972
Perfil, 1980
Entre 1980 y 1981, junto a Marie-France Cathelat y un equipo multidisciplinario, desarrolló Perfil de la Mujer Peruana, un hito en la intersección entre arte e investigación social. El proyecto indagó en el rol de la mujer de clase media en el contexto urbano durante el retorno de la democracia, con un enfoque político que buscaba intervenir en la agenda pública y visibilizar demandas poco discutidas entonces, como el derecho al aborto. Aunque no se definía como feminista, la propuesta anticipaba formas de investigación crítica y creativa. Tras esta experiencia, Burga se alejó de los espacios artísticos institucionales.
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Teresa Burga. Perfíl, 1980
Mano mal dibujada, 2012
Casi treinta años después, la artista regresó a la escena del arte y retomó el dibujo como medio expresivo. Mano mal dibujada, pieza del 2012, anticipa una serie de esculturas de metal dela mano de la artista en diferentes posiciones. En ella se refleja su característica sensibilidad pop, con una mirada crítica que articula la relación entre feminidad e infantilidad, en contraste con las nociones tradicionalmente masculinas de autoría en el arte.
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Teresa Burga. Mano mal dibujada 2012
Miguel A. López (Lima, 1983), encargado del homenaje a la artista, es un escritor y actualmente curador en jefe del Museo Universitario del Chopo, Ciudad de México. Fue co-curador de la Bienal de Toronto 2024. Entre 2015 y 2020, fue curador en jefe y luego co-director de TEOR/éTica, Costa Rica. En 2019, curó la exposición retrospectiva Cecilia Vicuña. Seehearing the Enlightened Failure en el Witte de With (hoy Kunstinstituut Melly), Rotterdam, la cual viajó a Ciudad de México, Madrid y Bogotá. Entre 2023 y 2024, una segunda retrospectiva Cecilia Vicuña. Soñar el agua, curada por López, fue presentada en el Museo de Bellas Artes de Chile, Malba de Argentina y Pinacoteca de São Paulo de Brasil.
*Imagen de portada: Teresa Burga, Sin título, 1967. Cortesía de Galerie Barbara Thumm.