TRES PABELLONES EN LA BIENNALE 2024 QUE EXPLORAN SUS PROPIOS PASADOS COLONIALES
El lema de la 60ª Exposición Internacional de Arte de la Biennale di Venezia, “Stranieri Ovunque”, referencia, en parte, a la extranjeridad como naturaleza inherente del sujeto. Comprendido así, los pabellones nacionales de España, Países Bajos y el Reino Unido exhiben propuestas artísticas que desarrollan el tema del colonialismo y reconstruyen historias, remedian lazos entre identidad y territorio, y exploran la pluralidad dramática de este potente eje histórico. Dicho sea, esta reseña no pretende develar ni desempacar las más injustas verdades trascendentales, sino meramente reflexionar sobre las cavilaciones de otros.
Ubicado a la entrada de los Giardini, el pabellón de España Pinacoteca Migrante exhibe obra de la hispano-peruana Sandra Gamarra con curaduría de Agustín Pérez Rubio. Su propuesta reinterpreta la historia visual del colonialismo español para dar lugar a narrativas soslayadas.
La manera en que Gamarra interviene imágenes romantizadas con texto crítico destaca la ironía trágica del discurso científico sobre las relaciones entre colonizador e indígena, tradición y extractivismo, exotismo y violencia.
En este proceso se enfatiza la comodificación de la naturaleza a través de la racionalización, herramienta predilecta de la Ilustración europea del siglo XVII. Como resultado, el pabellón español ofrece una perspectiva decolonizadora donde los términos económicos y antropológicos que supieron ser parte del aparato imperialista son puestos en jaque. La propuesta es abrumadora, profundamente bella y dolorosa.
El pabellón de los Países Bajos International Celebration of Blasphemy and the Sacred (Celebración Internacional de blasfemia y lo sagrado) presenta obras e instalaciones del colectivo congolés CATPC – Cercle d’Arts des Travailleurs de Plantation Congolaise, en colaboración con Renzo Martens y Hicham Khalidi.
El proyecto de CATPC se exhibe al mismo tiempo en la Biennale y en el museo White Cube de Lusanga, Republica Democrática del Congo. Este museo, diseñado por el aclamado estudio de arquitectura OMA, se ubica en una plantación agotada y abandonada que solía pertenecer a Unilever y llamarse Leverville. White Cube ofrece oportunidades reales y económicas a las comunidades congolesas descendientes del esclavismo para que puedan recuperar la posesión de estas tierras y reparar el bosque que solían ser. Este objetivo decolonizador, propuesto en White Cube y exhibido en el pabellón neerlandés, revierte el proceso del capitalismo extractivista y materializa la posibilidad de coexistencia ecológica y espiritual entre el lugar y su historia.
Las obras exhibidas son esculturas realizadas con arcilla de Lusanga y revestidas con cacao y aceite de palma en Ámsterdam. Su propia materialidad busca transformar la violencia de la explotación en sensibilidad y remedio. Éstas encarnan historias de sufrimiento y masacre, pero también de sanación e inteligencia; dando voz no a quienes escribieron la historia sino a quienes la vivieron.
El discurso colonial se aborda débilmente en el pabellón británico. Alojada en su edificio neoclásico de los Giardini, la exposición Listening All Night To The Rain (Escuchando toda la noche a la lluvia) de Sir John Akomfrah presenta una cacofonía de acústica, ecos y reverberaciones que pretenden navegar la memoria de la migración y el drama humano. La ironía de diluir estos temas es sorprendentemente evidente, y la poética asumida que pretende "pensar el mundo de nuevo" [1] tiende demasiado a lo nebuloso. La escucha pretende ser "una forma de activismo" [2], pero más bien puede insensibilizar.
Las videoinstalaciones crean un confuso bricolaje posmoderno que incluye referencias al expresionismo abstracto de Rothko, altares religiosos, música jazz, poesía china del siglo XI, epistemología acústica francesa, crítica literaria norteamericana, paisajes escoceses, la cultura de club londinense como representación de la protesta, imágenes de archivo de levantamientos keniatas, congoleños y nigerianos contra sus opresores coloniales, entrelazadas con recuerdos personales de la diáspora británica. Los temas navegan desde filosofías estéticas hasta el ecoterrorismo: entropía amargamente insustancial.
La Bienal de este año se destacó por exhibir una enorme cantidad de artistas migrantes, indígenas, ignorados por los cánones y exhibidos por primera vez en un programa de esta envergadura. Adriano Pedrosa, a cargo de la curaduría y eje temático de la Biennale 2024, es el primer latinoamericano en este cargo.
[1] Tarini Malik, Curadora Adjunta Shane Akeroyd para el Pabellón del Reino Unido. Introducción curatorial de la guía de exposición “Listening All Night To The Rain”, British Council.
[2] Ibid.